Si bien muchos afirman que es lo mismo expresado con distintas palabras, la realidad es que hay una diferencia abismal entre las disciplinas espirituales y los medios de gracia. Hoy hablaremos de este tema.
Si vamos a la Biblia ninguna de estas palabras aparecen. Aunque vemos a la oración, la predicación de la Palabra y tantas otras cosas, el concepto de disciplinas espirituales no está en la Palabra. Entonces ¿de dónde surgió este término? Bueno, el primero en hacer referencia fue Ignacio de Loyola, quien vivió en el siglo XVI. Si usted conoce algo de historia de la reforma, entonces sabrá que Ignacio fue un contrarreformista ¿Qué significa esto? Que fue un católico quien, al ver lo que estaban planteando los reformadores como Lutero o Calvino, se puso a refutar sus puntos defendiendo así la doctrina católica. Así que si, el concepto de disciplinas espirituales nace del catolicismo. Los católicos no podían aceptar los conceptos de Sola Gratia y Sola fide para el creyente. Por lo que, para contradecir estas doctrinas, es que se enfocaron en la disciplina propia.
El canon 24 del Concilio de Trento (donde están expresadas las ideas de la contrarreforma) dice lo siguiente: "Si alguno dijere, que la santidad recibida no se conserva, ni tampoco se aumenta delante de la presencia de Dios por las buenas obras; sino que estas son únicamente frutos y señales de la justificación que se alcanzó (Sola Gratia y Sola Fide), pero no la causa por la cual se aumente; sea anatema." (Si le suena es porque tristemente muchas iglesias evangélicas, las pietistas más específicamente, han vuelto a Roma en este aspecto). Pero ante esto Lutero tampoco se quedó callado y dijo lo siguiente "Todas estas acciones de devoción aparentemente santas no son nada más que obras de la carne. [...] Alejan a las personas de la fe en Cristo y las hacen confiar y depender en sus propias fuerzas, obras y justicia." Así que sí, los reformadores fueron en contra del concepto creado por el catolicismo de las disciplinas espirituales.
Ahora, ¿cómo es que un concepto católico se introdujo en el mundo evangélico? Bueno, en 1978 Richard Foster volvió a hablar del tema en su libro "Celebración de la Disciplina". En el libro, Foster mismo afirma que para estudiar el tema tuvo que acudir a material católico porque no había nada del tema. Hasta ese momento (1978) las disciplinas espirituales siempre había sido un concepto católico. Es a partir de esta publicación que varios autores como Dallas Willard y Don Whitney han hablado del tema desde la perspectiva evangélica ¿Y qué es lo que dicen? Responden a la siguiente pregunta "¿Cómo es que crecemos en aquella santidad que habla Hebreos 12:14 sin la cual nadie verá a Dios?" con el versículo de 1° Timoteo 4:7 cuando dice "Ejercítate para la piedad".
Primero, la santidad de la que habla Hebreos no es la nuestra, sino la de Cristo. Es por Su santidad imputada en nosotros que podremos ver a nuestro Señor cara a cara, nosotros jamás tendremos una santidad propia que llegue lo suficientemente cerca al estándar de Cristo como para ver al Señor. Y luego que en el pasaje de 1° Timoteo, Pablo le está dando un consejo a Timoteo sobre cómo llevar la iglesia diligentemente ante situaciones erradas que traerían los falsos maestros, para lo cual el apóstol le aconseja que sepa la doctrina bíblica (lean los versículos anteriores). Los dos pasajes están fuera de contexto. Pero supongamos que efectivamente están diciendo eso ¿qué significaría? Que yo, por mi propio esfuerzo, por mi disciplina en cosas espirituales, puedo hacerme crecer en santidad lo suficiente como para mantenerme justificado y ver a Dios el día de mañana. En otras palabras es una santificación por obras como decía Lutero, son cosas de la carne, porque se las hace con ese sentido, se las hace en sus propias fuerzas. Es como dice Pablo al final de Colosenses 2, son cosas que tienen cierta reputación de piedad pero en realidad no tienen poder alguno, porque son obras.
Las disciplinas espirituales, tal como el catolicismo afirma y refutó a los reformadores en el concilio de Trento, afirman que si nosotros hacemos tales cosas vamos a crecer, que si somos disciplinados entonces seremos más santos. D.A. Carson compara este concepto que se tiene de disciplinas espirituales, no sólo con lo que hace el catolicismo, sino con lo que hace el budismo también (ya que han sumado muchas cosas místicas haciéndolas pasar como disciplinas espirituales). Al fin y al cabo es santificación por obras, y ¿qué es lo que dice la Biblia al respecto? "Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?" Gálatas 3:2-3. A esto es a lo que hacía referencia Lutero en la frase que leímos antes. Aquí estaba pasando lo mismo, los Gálatas estaban confiando en las obras, en este caso las de la Ley. La justificación ha sido por gracia, no la debemos continuar por medio de las obras, sino que la santificación también es por gracia. Lo que buscan hacer las disciplinas espirituales es sumar obras. Y aquí es donde se nota realmente la diferencia entre las Disciplinas espirituales, las cuales se concentran en el esfuerzo, las obras de uno, y los Medios de gracia.
Pensemos en los medios de gracia de la siguiente forma: Son cosas que Dios nos da por gracia para ser instrumentos para recibir más gracia, son medios que nos llevan a depender más de nuestro Señor ¿Qué quiero decir con esto? Veámoslo con, por ejemplo, la oración ¿Cuándo fue la primera vez que oraste realmente? Creo que la gran mayoría dirá "Cuando entendí el Evangelio y le pedí a Dios que me salvará". Ahora, para uno poder hacer esa oración (que estamos todos de acuerdo que la oración es un medio de gracia) Dios obró previamente en uno haciéndole entender el Evangelio, regenerando y poniendo convicción de pecado. Fue gracias a esa gracia recibida que pudiste hacer uso de un medio de gracia (la oración) lo cual Dios utiliza para hacerte crecer en el conocimiento de Él y de tu condición de dependencia, lo que te llevará a su vez a hacer uso de otros medios de gracia. Es un ciclo donde Dios obró primero, en respuesta hago uso de los medios que Él me da para mostrarme más gracia. Él me hace crecer, y ese crecimiento es otro obrar de Él que me lleva a volver a utilizar esos medios. De esta forma, el leer la Biblia, el orar, y todas esas cosas, dejan de ser obras mías en las que me esfuerzo, y terminan siendo medios por los cuales Dios actúa y me muestra más gracia (ya que yo no haría uso de los mismos si Él no obrase en mí, si no continuase la buena obra, si no produjese el querer como el hacer). Estos medios me llevan a conocer más a mi Creador, a tener intimidad con Él, no hay mayor gracia que esa, por eso los debemos ver de esa forma, como lo que son: medios de gracia.
Si yo soy santificado y crezco no es por mi disciplina, por las cosas que yo hago, ni por mi constancia, sino por la gracia de Dios revelada en distintos medios. Cuando yo voy a los distintos medios de gracia los tengo que ver como lo que son, una gracia de Dios, allí también encontraré la motivación para hacer uso de los mismos. Las disciplinas espirituales te llevan a confiar en tu constancia. Por lo que si estás leyendo la Biblia todos los días, por ejemplo, vas a ser santificado por eso, la santificación termina siendo una recompensa de tus obras en lugar de ser la que las produce. Además hay otro problema con las cosas a las cuales llamamos disciplinas espirituales. Si mi santificación viene por leer la Biblia todos los días ¿Cómo hacía la gente antes de la invención de la imprenta? Recordemos que antes de 1440 sólo la iglesia tenía copias de la Biblia, las personas comunes no tenían acceso a una todos los días. Si estas cosas son requisitos en los cuales yo me tengo que disciplinar para crecer en santidad como lo pone Don Whitney, y no medios por los que Dios me santifica, entonces los cristianos sólo pueden crecer en la era actual, los apóstoles no podían crecer tanto como nosotros porque no tenían la Biblia como para leerla todos los días. A esa conclusión lógica te lleva creer en las disciplinas espirituales del catolicismo.
Y no, con esto no digo que no debemos leer la Palabra todos los días, es una gracia que nosotros tengamos la posibilidad de hacerlo, y justamente lo debemos ver como tal, haciendo uso de la misma, impactados por esa gracia que se nos demuestra. No son cosas en las que nos debemos disciplinar a actuar para santificarnos (eso es un concepto católico). Sino que son medios que nos son dados por gracia para conocer y estar en relación con nuestro Salvador, quien nos da aún más gracia en nuestro diario andar santificándonos. La motivación para hacer uso de los medios de gracia no está en que se me demanda para santificación, no está en mi disciplina, sino que está en que el hecho de que podamos hacer uso de estas cosas es justamente una gracia de Dios, y siempre el cristiano actúa en gratitud y como resultado de la misma. Esa fue una de las diferencias que marcaron los reformadores contra la iglesia católica. Esa es la diferencia entre las disciplinas espirituales y los medios de gracia.
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