Continuamos con nuestro estudio sobre la carta hacia los Colosenses y en el pasaje de hoy veremos una aparente contradicción con lo que venía diciendo Pablo pero que en realidad es un complemento.
"5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, 11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. 12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él." Colosenses 3:5-17
En el pasaje anterior vimos cómo Pablo le decía a los colosenses cómo no se debían sujetar a cosas como hacer o no hacer que decían los falsos maestros, viviendo así pendientes de una ley que ellos trataban de imponer, sino que en ese pasaje les apunta a Cristo. Sin embargo, en el pasaje de hoy, el apóstol parece hacer lo mismo que refutó antes, decirles a los colosenses que no hagan ciertas cosas y hagan otras. Y si bien parece que lo son estas no son ordenanzas en el mismo sentido que las anteriores de los falsos maestros. De los versículos 5 al 9 el apóstol les dirá que hagan morir ciertas actitudes, y parece como si les estuviese determinando la conducta. Pero en el pasaje anterior vimos que el cristianismo no es cuestión de conducta, sino de mirar a Cristo ¿Entonces Pablo se está contradiciendo? En absoluto. La clave está en la palabra "pues" que pone una conexión de consecuencia con lo que decía antes: mirar a Cristo. Es como resultado de ver a Cristo que el cristiano va a querer dejar todas esas cosas que pertenecían a la vieja vida, y si bien algo de esta vieja vida sigue viviendo en nosotros, ya no es algo que nos deba caracterizar.
¿Cómo sabemos que esto es así? Porque el final del versículo 9 y los versículos 10 y 11 nos lo confirman. El autor tenía miedo de que sólo con lo que había escrito en el pasaje anterior se pueda tender a un liberalismo, y para eso es que escribe esto. Se ve un paralelismo entre el "haced morir", y el "habiéndoos despojado" de los versículos 5 y 9 respectivamente. Ambos hablan de separarse de algo ¿y qué es ese algo? El viejo hombre. Ahora, en Cristo, ya no somos como el viejo hombre (aunque quedan vestigios) y estamos vestidos de un nuevo hombre, del cual Pablo nos invita a apropiarnos. Y para esas personas que creen que el apóstol está hablando de mera conducta, no entendieron el concepto de revestirse. La obra de pasar de vieja a nueva criatura es de Cristo. Este nuevo hombre del que habla el pasaje no fuimos nosotros quien lo trajimos, sino que fue Dios, creando un solo pueblo para Él, donde Cristo es el centro (versículo 11). Y ahora, vemos en el versículo 10, que se va renovando. Esto habla del proceso de santificación en el creyente hasta la glorificación. Hay algo que con esto hay que dejar bien en claro, Pablo en ningún momento dice que por no hacer las cosas del viejo hombre, el nuevo se vaya renovando (o santificando). Si así fuese, ahí sí se estaría contradiciendo. El nuevo hombre se va santificando mientras más conoce, mientras más ve a Cristo, por eso pone a la glorificación como el conocimiento pleno. No es por nuestras acciones, sino que es Cristo quien lo va renovando conforme más lo vamos conociendo, ya que entre más le conocemos, más nos maravillamos y actuamos en respuesta a eso. De esta forma, Pablo no se está contradiciendo con lo que decía, sino que está complementando, hablando de que si bien la vida cristiana no es una conducta (que ya lo vimos en el blog anterior), esta vida cristiana (basada en mirar a Cristo) sí tiene como consecuencia una forma de vivir. Como decíamos antes, Pablo está refutando un posible liberalismo que pueda surgir de lo anterior por una mala interpretación
A partir del versículo 12 el apóstol continuará reforzando esto, asegurando de que Cristo ya hizo la obra, y ahora, al contemplar ese sacrificio, nuestra vida responde ante el mismo. De la lista de 5 cualidades de un cristiano que vemos en el versículo 12, 3 son frutos del Espíritu según Gálatas 5:22. Entonces vemos que Pablo tampoco está diciendo "deben ser así y así", ya que si es un fruto del Espíritu, el creyente no lo puede forzar. Lo que el apóstol les está diciendo es "Ya tienen al nuevo hombre, el cual por el Espíritu puede comportarse de cierta forma, entonces aprópiense de eso". Es mientras más vemos el Evangelio, el sacrificio de Cristo, que más convencidos estaremos de que dentro nuestro está este nuevo hombre y en consecuencia podremos vivir de esta forma. De hecho, en el versículo 13 vemos que es de ver lo que Cristo mismo hizo (perdonándonos) que nosotros podemos perdonar y soportarnos unos a otros. Siempre la base de todo está en Cristo y en verlo a Él. Me gusta cómo lo pone el comentario de la Biblia de la Reforma (de R.C. Sproul) en el comentario del versículo 12: "Pablo visualiza a los creyentes tomando el carácter del Señor mismo. El 'nuevo hombre' del versículo 10 no es algo que los creyentes deben desarrollar por su propio poder. Sus nuevas identidades ya les fueron otorgadas por la gracia de Dios a través de la fe y cobran forma a medida que conocen cada vez mejor a Cristo, puesto que Él es la imagen del Dios invisibles y Aquel en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría (Colosenses 1:15 y 2:3)"
Los versículos 15 y 16 reafirman que siempre, todo, viene de Cristo. En el versículo 15 continúa hablando de la comunión, que ya no es sólo soportarse, sino estar en paz, siendo el vínculo el amor (versículo 14). Y esto tiene mucho sentido cuando vemos que los dos mandamientos que Cristo nos dejó se basan primero en el amor a Dios, y luego unos a otros. Además, cobra más sentido cuando vemos en 1° Juan 4:19 que "nosotros amamos porque Él nos amó primero". De vuelta, el origen en Cristo. Y en el versículo 16 vemos que es a partir de meditar, de tener presente la Palabra de Dios, es que no sólo saldrá la forma de comportarnos con los demás (de hecho la palabra exhortación en realidad habla de ponerse al lado de una persona, ayudándola), sino que también saldrá un corazón agradecido hacia Dios. Si vas a conocer más a Dios, no es para emitir juicio, sino para vivir una vida de agradecimiento y adoración. Y un paréntesis con el tema de la adoración, aquí Pablo no está determinando distintos tipos de canciones, sino que en su lenguaje original los pone como sinónimos, marcando un énfasis en la adoración.
Por último llegamos a la conclusión del versículo 17 donde el apóstol resumirá todo lo que viene diciendo en que no debemos hacer nada en nuestra fuerzas, sino todo en el nombre del Señor Jesús como una respuesta de agradecimiento al Padre. En este pasaje de hoy nos adentramos en la parte práctica, pero Pablo, lejos de decirles que vivan de tal o tal forma, les apunta a Cristo y que sea una respuesta de Su obra nuestro caminar consecuente con nuestro nuevo hombre provisto también por Dios mismo. Los falsos maestros les decían qué cosas hacer y qué no, y si bien el apóstol parece hacer lo mismo, él lo dice desde el punto que eso sea una respuesta natural a la obra de Cristo por nosotros. ¿Quieres vivir tu vida cristiana?¿Quieres hacer morir el pecado?¿Quieres revestirte del nuevo hombre? Entonces no hagas lo que hacían los falsos maestros de vivir en deberes, sino medita en el Evangelio y eso hará que en ti el nuevo hombre se renueve por el poder de Dios. Los deberes cambian la conducta, pero el Evangelio cambia el corazón, transforma a un hombre viejo de pecado en uno nuevo santo, amado, y escogido por Dios. La vida cristiana de la que habla Pablo no es una vida de deberes, sino de respuesta a Cristo mismo.
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