Continuamos con nuestra serie sobre la epístola dirigida hacia Tito. Hoy comenzaremos a adentrarnos un poco más en la carta, en esta oportunidad veremos las indicaciones que le da Pablo a Tito para levantar pastores en Creta.
"5 Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; 6 el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. 7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, 8 sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen." Tito 1:5-9
Como ya vimos en el blog introductorio a la carta (que recomiendo que lean antes de continuar), y como nos dice el versículo 5, el apóstol Pablo dejó a Tito en Creta para que, mientras él seguía con su viaje misionero, Tito pudiese ayudar a las iglesias que se estaban plantando y levante pastores en cada una. Pastores, ancianos, obispos, todos hacen referencia al mismo oficio, de hecho en este pasaje, obispo y anciano se lo utiliza como sinónimos. También, la palabra obispo en su original habla de un supervisor. Los pastores, obispos o ancianos, como quieran que le llamen, tienen una misión: supervisar, o cuidar, de la iglesia, u ovejas, del Señor, es la persona que está a cargo pero siempre con esa intención de servir y cuidar.
A partir del versículo 6 entonces comenzará una lista sobre las cualidades que Tito debía buscar en personas para poner como pastores. Hay algo que tenemos que tener en cuenta del contexto histórico para analizar esta lista. En la antigüedad era muy común destacar uno de los elementos de una lista ubicándolos al principio o al final de la misma. Teniendo esto en cuenta, veamos cómo empieza la lista en el versículo 6. El primer ítem es "irreprensible" y esto no significa que tenga que ser perfecto y sin pecado, ya que eso es imposible. Sino que habla de que no tenga ningún escándalo detrás, que nadie pueda decir "cómo es que esa persona es pastor si hace esto o aquello", teniendo un buen testimonio. Ahora, de este ítem es que salen todo el resto del versículo 6 al 8, por eso también es que lo repite en el versículo 7, para seguir dándole énfasis a esta palabra.
Veamos rápidamente el resto de ítems. Cuando habla de "marido de una sola mujer" se refiere a ser fiel a su esposa, siendo solamente una carne con ella. Además muchos utilizan esto para decir que el pastor debe ser hombre, y los que defienden el pastorado de la mujer dicen que es por contexto histórico solamente. Si bien la realidad es que si estuviese bien el pastorado de la mujer, igualmente por contexto histórico diría "marido de una sola mujer", porque en ese momento no se la veía a la mujer como ahora. Sin embargo, la base para decir que no existe el pastorado de la mujer está en 1° Corintios 11:3 "Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo." Ese es el orden que dispuso Dios desde la creación, en Génesis 3 lo vemos. Por lo cual una "pastora" no se estaría sometiendo al orden creado por Dios.
Continuamos y Pablo habla de los hijos. Si bien muchos afirman que cuando dice que tienen que ser creyentes significa que tienen que ser respetuosos nomás, ya que la palabra en el original se traduce como "fieles", la realidad es que esa palabra en el Nuevo Testamento se utiliza para cristianos. Ahora, hay que tener en cuenta algo, la salvación de un hijo no depende de su padre, sino de Dios. Lo máximo que puede hacer el padre es enseñarles el Evangelio y tenerlos disciplinados, que de eso habla cuando dice "que no estén acusados de disolución ni de rebeldía". Al principio del versículo 7 vuelve a marcar el énfasis de que todo esto lo hace irreprensible (de buen testimonio) al administrador o supervisor que es el pastor y a continuación seguirá detallando. En el versículo 7 pone las cosas que no debe ser el pastor para que nadie pueda decir nada al contrario. Las palabras que aparecen allí son bastantes claras, por lo que no nos meteremos a detallar cada una.
Por otra parte, el versículo 8 es quizás el opuesto del 7, donde ahora podemos ver las cosas que muestran un buen testimonio de un pastor, lo que lo hace irreprensible. Si vemos la lista del versículo 8, comienza tranquila, pero luego cada vez se va poniendo más difícil, poniendo una vara muy alta. Para el final del versículo ya el pastor debe ser "justo, santo, dueño de sí mismo". Estas cosas no las hacemos nosotros, es Dios quien nos declara justos, es Dios quien nos declara santos, y es un fruto del espíritu el ser dueño de sí mismo (mansedumbre y templanza). Además, tampoco las exhibimos de forma perfecta a estas cosas, seguimos siendo pecadores. Entonces ¿qué pasó?¿Acaso Pablo se hizo legalista y puso una vara que ni él mismo podía cumplir? Bueno, no. El título de este blog es "El pastorado y el Evangelio" y aquí es cuando entra el Evangelio ¿Cómo? Analicemos a continuación el versículo 9.
Al principio del blog hablamos sobre cómo en la Antigüedad se destacaban el primer y el último ítem de una lista, mientras el primero era irreprensible, el último es la razón por la cual uno puede ser de esa forma. El versículo 9 termina con la lista diciendo "retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada". Esa palabra "retenedor" en su original habla de alguien que se aferra, que se adhiere y no deja ir algo ¿A qué se aferra? A "la palabra fiel tal como ha sido enseñada", la cual otras veces en la Biblia es la palabra hablada por los apóstoles, lo cual es el Evangelio. Recordemos cuál es el tema de la carta hacia Tito: Cómo el verdadero Evangelio impacta en nuestras vidas, y aquí lo vemos reflejado en el pastorado. La semana pasada vimos cómo la piedad viene por medio del conocimiento y la meditación en el Evangelio, como las Buenas Nuevas son el centro de nuestra vida cristiana. Bueno, Pablo aquí no hizo ningún paréntesis para dar a conocer los requisitos del pastorado, sino que sigue hablando de lo mismo, de cómo el pastor debe aferrarse tanto al Evangelio, que esto impacte de tal forma en su vida dando un buen testimonio, lo cual era algo que no pasaba en Creta. Que las personas vean al pastor y no solo no tengan nada para decir en su contra, sino que vean un reflejo de la gracia y el Evangelio de Cristo. Pero esto sólo se puede hacer por medio de aferrarse a la Palabra Fiel, al mensaje del sacrificio de nuestro Señor. Y sólo aferrado al Evangelio es que el pastor de una congregación podrá enseñar sanamente y afrontar la oposición que tendrá, como dice el resto del versículo 9.
En conclusión, muchas veces leemos este pasaje como un paréntesis que Pablo se toma para hablar de las cosas necesarias para ser pastor. Pero si lo aislamos del contexto de la carta, y lo tomamos como meras indicaciones, la vara termina siendo inalcanzable para cualquier persona. Estos "requisitos", por así decirlo, están empapados del Evangelio, son el resultado de una vida aferrándose al mismo ¿Cómo sabemos que esto es así? Porque es únicamente por medio del Evangelio que Cristo nos hace conducir de esta manera. No hay forma absoluta en que una persona pueda ser como se describe aquí si no es por el resultado del Evangelio actuando en él. Además, he escuchado a muchas personas hablarle a hombres jóvenes diciendo que estaría bueno que ellos, por más de que no vayan a ser pastores, puedan cumplir con estos requisitos. Pero tenemos que tener en cuenta que tanto en los versículos que vimos la semana pasada, como al final de este pasaje, Pablo está hablando del impacto del Evangelio, algo que en Creta, siendo tan pagana y como vimos en la introducción de la carta, no se predicaba. Allí los cristianos vivían como el mundo, de una forma totalmente ajena al Evangelio. El Evangelio no estaba impactando. Y es justamente por esto que Pablo va a remarcar tanto el impacto, y va a remarcar tanto esta forma de vivir para el pastorado. No nos tenemos que centrar en los "requisitos", sino en el Evangelio, aferrarnos a él, retenerlo, y es de esa forma que nuestros corazones serán cambiados y nuestra vida dará buen testimonio, será irreprensible. Es sólo mediante el verdadero Evangelio que Dios levantará pastores como Su Palabra lo demanda. El Evangelio sigue siendo el centro del requisito para el pastorado. Es el Evangelio el que conduce a la piedad, y es el Evangelio el que conduce a una persona a ser apta, piadosa, para el pastorado. El pastorado está totalmente ligado al Evangelio. Un pastor no califica por cumplir unos requisitos de forma moral, sino que califica cuando se aferra al Evangelio y este repercute en su vida por la gracia de Dios en él.
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