Continuamos con nuestro estudio sobre la carta hacia los Colosenses y en el pasaje de hoy veremos la preocupación del apóstol Pablo hacia los hermanos en Colosas frente a los ataques de falsas enseñanzas.
"4 Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas. 5 Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo. 6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él; 7 arraigados y sobreedificados en Él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. 8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 9 Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en Él, que es la cabeza de todo principado y potestad." Colosenses 2:4-10
Al final del blog anterior vimos el peso que Pablo tenía por los colosenses sin siquiera conocerlos, y en el pasaje de hoy el apóstol demostrará la preocupación que tenía por ellos. Recordando el contexto de la carta, la iglesia en Colosas estaba siendo atacada por una mezcla de distintos pensamientos que se trataban de añadir al Evangelio. Es en este pasaje que vemos entonces la preocupación de Pablo expresada en una advertencia a que no se dejen engañar, por más atrayentes que puedan ser estos nuevos pensamientos. Si bien nunca los había conocido, el apóstol oraba, se preocupaba por ellos, y gozaba por lo que había escuchado en el reporte de Epafras sobre la iglesia (como vimos también en el capítulo 1 de la carta). Ahora, así como Pablo había escuchado de esa fama, los anima a continuar en el camino del verdadero Evangelio, no dejándose engañar de esta forma por todas las doctrinas falsas que les estaban viniendo.
Analicemos más en profundidad esta exhortación de los versículos 6 y 7. Comienza hablando de "andar en Él", y es muy fácil decirlo, pero ¿cómo lo hacemos? El mismo versículo, unas palabras antes lo dice "de la manera que habéis recibido" ¿Cómo recibimos a Cristo? ¿Por obras? ¡NO! Sino que por gracia por medio de la fe, y la vida cristiana continúa siendo de la misma forma, no por nada en el versículo anterior Pablo se alegró por la firmeza de la fe de los colosenses "en Cristo". Creo que el comentario de Matthew Henry (con adaptación por Francisco Lacueva) explica esto de una forma muy sencilla: "La mención de la firmeza de la fe en Cristo (v. 5) lleva de la mano al apóstol para exhortar a los colosenses a comportarse ("andar") de la misma manera que habían recibido a Cristo, es decir, creído en Él. Deja, pues, en claro que NO hay dos maneras de ir por el camino de la salvación: por fe en la justificación, y por obras en la santificación. Tan por fe es la santificación como la justificación, sólo que es en la santificación donde se producen las buenas obras que son el fruto del Espíritu". Mientras muchos utilizan las palabras de Pablo (andar en Él) como una exhortación para comportarse de tal forma, tener cierta conducta, el apóstol aquí no se está refiriendo a eso, sino a que sigan centrados en el mismo Evangelio con el que se convirtieron, que no abandonen la doctrina de la justificación por fe (y en consecuencia la santificación por fe) para perseguir un sistema de santificación por obras, como el que proponían estos falsos maestros.
Continuando con esta exhortación, Pablo usará distintas metáforas para ilustrar este mismo caminar cristiano. Si bien el apóstol está hablando en contra de las obras y a favor del mismo Evangelio de gracia y fe con el que nos convertimos, aquí parece contradecirse con los verbos que utiliza, mostrando mucha responsabilidad humana. Bueno, esto no es así, no hay ninguna contradicción. Para empezar, H. Carson nos habla de que la palabra "arraigados" en su original está en un tiempo verbal llamado participio de pretérito, el cual habla de algo que tuvo lugar en el pasado, pero cuyos efectos persisten en el presente, esto dando la idea de que es justamente el Evangelio el que sigue afectando en nuestras vidas. Y luego "sobreedificados" y "confirmados" están en participio de presente, hablando de un continuo crecimiento de la estructura. Es el mismo Evangelio, Cristo, el que sostiene al creyente y el que lo hace estar firme, por eso el versículo cierra recordando la enseñanza inicial (el Evangelio) y la acción de gracias, ya que es en respuesta a lo que Jesús hizo por nosotros que podemos vivir de esta forma.
Antes de continuar con los últimos versículos de nuestro pasaje, el mismo comentario de Matthew Henry que mencionamos antes hace una ilustración muy buena que me parece que nos puede dar aún más claridad al respecto (aunque la ilustración probablemente sea de Francisco Lacueva por lo moderno de la misma): "Podemos explicarlo atendiendo a que andamos en un camino que anda. En Juan 14:6 dijo Cristo "Yo soy el camino..." pero cuatro versículos más arriba dice "voy a preparar lugar para vosotros". Sólo necesitamos, pues, arraigarnos bien en Él, porque así andaremos con Él (o más bien diría yo en Él) al lugar donde Él está. Hay una ilustración fácil y asequible a todas las inteligencias. Las escalerillas del metro de las grandes ciudades suelen ser automáticas; no hace falta avanzar para subir por ellas; basta con mantenerse firme sobre ellas para que le 'suban' a uno". Pablo justamente les anima a estar firmes, no en sus obras, sino en Cristo, en esa escalera mecánica. No sólo andamos hacia Cristo (el fin de la escalera), sino que andamos EN Cristo.
Por si habían sentido que Pablo se había desviado con el tema, no, Él sigue hablando de quedarse en la misma doctrina que aprendieron desde el principio, y es por eso que les dirá de nuevo la misma advertencia del versículo 4 "que nadie os engañe" (versículo 8). Pero aquí dirá algo más de aquellas "palabras persuasivas", haciendo énfasis en que no son pensamientos bíblicos que vayan de acuerdo con Cristo, sino que son puros inventos del mundo, cosas de hombres y no de Dios. Y justamente haciendo énfasis en esto es que el apóstol les dirá que no necesitan hacer todo lo que estas falsas doctrinas les estaban diciendo, sino que Cristo es 100% suficiente para el cristiano (versículo 10) ¿Por qué? Primero porque Jesús no fue simplemente un humano, Él es Dios mismo (versículo 9), y como Dios mismo, no hay nada más importante o que llene más que Él. Un dato que da más profundidad a la tremenda afirmación que Pablo hacer en el versículo 9 es que en el original, la palabra que se traduce como "Deidad" es "Theótes" y no "Theiótes" que indica sólo una cualidad de Dios, sino que "Theótes" habla de la esencia misma de Dios, esto es en su máxima expresión. O sea que lo que Pablo está diciendo aquí es que Cristo posee absolutamente todos los atributos de Dios en su máxima expresión, por lo que Él es Dios mismo. Y es por esto que Él está por encima de todo (versículo 10b).
Concluyendo, los hermanos estaban siendo atacados, buscando que basen su vida en puras obras (siendo estas una mezcla de todo el contexto cultural pagano de Colosas). Ante esto, el apóstol Pablo, preocupado por ellos, les recuerda que no fueron salvos por obras, sino por Cristo, y es a Él a quien debemos acudir, porque sólo en Él estaremos firmes, sólo en Él nos podemos arraigar ya que Él es Dios mismo, no hay nada fuera de Cristo. Siempre, en el momento que estás siendo tentado a basarte en otra cosa que no sea Cristo para continuar con tu vida cristiana, recuerda el Evangelio. Es el mismo plan de salvación el que nos sostiene en nuestro día a día. Recuerda que nos movemos hacia Cristo y en Cristo (el ejemplo de la escalera mecánica), a lo que nos motiva Pablo aquí es a aferrarnos aún más a Él. Nuestra mayor defensa no es una vida moralmente correcta, como muchos utilizan los versículos 6 y 7, sino que nuestra mayor defensa es Cristo, y entre más le conozcamos, más nos enamoremos de Él, más firmes estaremos en Él. Que nadie los engañe, nosotros no podemos, no somos centrales, Cristo lo es, es en Él en quien hay plenitud y es Él nuestro camino en esta vida hacia nuestro encuentro con nuestro Salvador.
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