Continuamos con nuestro estudio sobre la carta hacia los Colosenses y en el pasaje de hoy veremos cómo Pablo establece las bases para la parte práctica de la carta a la vez que refuta a los falsos maestros.
"16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, 17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. 18 Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, 19 y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios. 20 Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos 21 tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques 22 (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? 23 Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne. 1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria." Colosenses 2:16-3:4
Si bien separamos la carta en pasajes, la realidad es que es toda una unidad (y de hecho en el original no existen separaciones de capítulos y versículos). Es por eso que ese "Por tanto" del principio de nuestro pasaje de hoy tiene tanto sentido, ya que lo que veremos hoy es una consecuencia de lo que se habló anteriormente ¿Y qué se habló antes? Que estamos en Cristo, que Él murió por nosotros y nos dio vida. Entonces, lo que comenzará a desarrollar ahora Pablo es una consecuencia de ver el Evangelio. La mayoría de los comentaristas ponen como que es a partir del capítulo 3 la parte práctica de la carta, en mi opinión comienza en el versículo 16 del capítulo 2, siendo este una introducción a lo práctica pero de forma negativa. Analicemos el pasaje.
Los versículos 16 y 17 comenzarán mostrando la libertad que tenemos por estar justamente en Cristo, ya que ahora le pertenecemos (versículo 17b). Aquí es cuando vemos un poco de la influencia de los falsos maestros de Colosas sobre los hermanos de la iglesia. Vemos en el versículo 16 que estos falsos maestros estaban juzgando a los hermanos por no cumplir con las cosas de la Ley. A lo que Pablo los deja tranquilos hablando de que todo eso era simplemente algo que apuntaba a Cristo, pero que en Él, como dijo antes en el capítulo, se encuentra la plenitud, estamos completos.
El versículo 18 nos sigue mostrando algo de lo que hacían estos falsos maestros. Primero habla de que no los prive del premio, esto es ya que al sumar obras, lo único que hace eso es desviarnos de nuestro camino que es Cristo y va hacia Cristo mismo. En el momento en que empezamos a confiar en nuestras obras dejamos de tener la mirada en el objetivo (Cristo), algo de lo cual ya hablaremos más adelante. Luego vemos dos características más de estas personas. Primero habla de que afectaban humildad ¿Qué quiere decir esto? La palabra en el original para "afectando" nos habla de deseo, al desear humildad uno justamente no está siendo humilde, sino que es una falsa humildad. La NVI lo pone como que fingían humildad, y a eso se refiere el pasaje. Si bien por su estilo de vida de privarse de cosas (un estilo ascetismo) fingían ser humildes, la realidad es que estaban llenos de orgullo y se jactaban en todo eso. Después Pablo habla de que rendían culto a los ángeles. Hay varias posturas sobre esto, algunos hablando de literalmente adorar a ángeles (basado más en el paganismo de Colosas), otros de adorar con los ángeles (esto basado más en el judaísmo, aunque un judaísmo totalmente tergiversado), pero cualquiera sea la postura el sentido es el mismo: se estaban metiendo con cosas que no sabían y por eso también estaban desplazando a Cristo del centro.
Este desplazamiento es justamente lo que vemos en el versículo 19, haciendo una referencia a la Iglesia donde Cristo es la Cabeza (aunque para ellos, como le agregaban tantas cosas al cristianismo, ya no lo era). Lo que continúa diciendo este versículo es bastante importante para el pasaje. Pablo continúa hablando en referencia a la iglesia que tiene a Cristo como cabeza. Vemos que teniendo a Cristo controlando todo, Él utiliza la unidad de la iglesia (las coyunturas y ligamentos tienen la función de unir) para hacer crecer a cada uno de sus miembros. Pero lo importante aquí es que el crecimiento no nos lo estamos dando nosotros como comunidad, sino que Dios utiliza como un medio esa unidad de la iglesia para Él hacernos crecer, y siempre esto se da cuando se lo tiene a Cristo como mayor autoridad.
El apóstol continúa hablando de las consecuencias de estar en Cristo. Creo que los versículos 20 al 23 es mejor estudiarlos como una unidad antes que uno por uno. Aquí Pablo actuará con sorpresa "¿Cómo puede ser que estando en Cristo, siendo libres, se vuelvan a poner bajo esclavitud y bajo cosas del mundo?¿Acaso no entienden la gracia del Señor?" Este ascetismo que estaban teniendo los falsos maestros de Colosas ciertamente llamaba la atención. Y es que el ascetismo, el aislarse de cosas, para ser algo piadoso, pero Pablo nos dice acá que no ¿Por qué? Porque el medio no es Cristo. Llevémoslo a hoy en día con un ejemplo práctico, en muchas iglesias se dan charlas sobre la lucha contra la pornografía y ¿qué es lo que suelen decir? No estén solos con el celular, y todo tipo de "no hagan esto o aquello" como nos cuenta Pablo que estas personas hacían. Ahora, esto puede ser práctico, y puede servir por un tiempo este tipo de ascetismo, pero nada te garantiza que el día de mañana no vuelvas a caer. Y es que el problema no está en el hacer o no hacer, sino en el corazón. No hacer ciertas cosas puede tener cierta apariencia de poder ayudar en la vida cristiana, pero eso no soluciona el problema del corazón, simplemente te hace más moral, y deja totalmente de lado lo que dijo el versículo 19 sobre que el crecimiento lo da Dios, no nosotros. Pongamos otro ejemplo corto. Mi hermana es nutricionista, y siempre que ve a personas que comienzan esas dietas de no comer absolutamente nada de ciertas cosas se horroriza, porque el problema no está en el no comer, sino que lo que hay que hacer es comer en la medida justa, cambiar realmente la alimentación por algo sano. Para la vida cristiana, lo que tenemos que hacer no es aislarnos totalmente de todo, y entiéndase bien que no hablo de que el pecado está bien, aquí no habla de pecado sino de formas para uno supuestamente santificarse, del extremo conductista y austero en el que se jactaban estos falsos maestros. Lo que realmente tenemos que hacer cambiar nuestro corazón para que ya directamente no queramos esas cosas ¿Y cómo lo hacemos? Es ahora que vendrá el comienzo del capítulo 3.
Yo no puedo cambiar mi corazón, quizás por momentos puedo cambiar mi conducta, pero esto no soluciona el problema. Y el hecho que yo no pueda, pero quiera dejar de pecar y quiera vivir una vida de santidad, lejos de llevarme a la desesperación de la impotencia, me debe llevar a Cristo. La impotencia, en su medida, no es algo malo cuando nos lleva a depender de nuestro Salvador. Pablo comenzará este capítulo poniendo las cosas bien en claro: Si somos hijos de Dios, lejos de intentar ser más santos con medios mundanos (como el ascetismo), debemos buscar a Cristo. Este pasaje, específicamente la frase "buscad las cosas de arriba" se lo saca mucho de contexto hablando de que esas cosas es una vida piadosa. Pero si vemos el contexto, y todo lo que habló el apóstol antes, nada más alejado de la realidad, ya que no debemos buscar obras, sino que, como dice más adelante el pasaje, debemos buscar a Cristo, es mientras más impacta Su ser en nuestras vidas, que más surgirá en nosotros una vida piadosa. Dios es el que puede cambiarme el corazón, el que da el crecimiento, por lo cuál debemos buscarle más a Él, reflexionar y profundizar cada vez más en Su ser y Su obra, y es eso que impactará de tal forma en nosotros que ahora sí vendrá eso que hablamos antes de no querer directamente lo que nos hace mal. En lugar de aislarnos a la fuerza, veamos a Cristo y Él hará que directamente no deseemos ir en contra suyo, sino que crezcamos. Los versículos 3 y 4 hablan justamente de la seguridad (estando escondidos en Él) y la esperanza (confiando de que un día seremos glorificados con Él) que tenemos, sabiendo que si bien todo esto es una lucha, un día no solo todo terminará, sino que estaremos con Él.
Sé que si no se entiende bien en el contexto todo esto puede sonar un poco liberal y permisivo del pecado, pero ya veremos en el resto de la carta que no es así. Simplemente Pablo acá nos está marcando la base de la vida cristiana, la cual no se basa en obras de hacer o no hacer tal cosa (como decían los falsos maestros), sino que se basa en Cristo, en verlo día a día a Él. Los cambios en la vida del cristiano no son simplemente de conducta, sino que son del corazón, y esto es por el impacto que tiene Cristo en nuestras vidas. Si tu vida cristiana se resume en un "no hacer" tales cosas, lo que estás teniendo no es una vida cristiana, sino una vida moral, algo que Pablo describe como del mundo. La vida cristiana verdadera no se basa en obras, sino que se basa en Cristo, y siendo ese el cimiento, es que vendrán las buenas obras de las que el autor de la carta hablará en el resto de la misma. Si hay algo con lo que quiero que te quedes es con lo siguiente: Todo lo que hablamos hoy recuerda que era un resultado de lo que hablamos en el blog anterior, un resultado de estar en Cristo, y es por eso justamente que Pablo nos invita en el capítulo 3 a buscarle a Él, a mirar a Cristo, a concentrarnos en Él que es Él quien nos hará crecer. Esfuérzate, pero no en las obras, sino en la gracia como dice 2° Timoteo 2:1, mientras más veamos a Cristo más nuestra vida será transformada a Su imagen.
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