En el mundo occidental de hoy en día tenemos el privilegio de tener la Biblia en nuestro idioma, en distintos formatos, y de forma bastante accesible. Sin embargo, esta no es simplemente un libro, sino que es la Palabra de Dios, sumerjámonos más en este tema.
La palabra Biblia es un término procedente de la palabra griega biblíon que significa rollo, papiro o libro. De hecho no sólo se utiliza para hablar sobre la Palabra de Dios. Por ejemplo, yo que estudio diseño, en la universidad cuando se habla de llevar un registro del progreso de un trabajo, a eso se le dice biblia. Cuando hablamos de la Biblia como la Palabra de Dios muchas veces se nos viene a la mente la imagen de un libro grueso. Pero la Biblia es más que un libro. Todos conocemos el pasaje de 2° Timoteo 3:16 que nos habla de lo que la Biblia hace. También, muchos hemos leído el Salmo 119 donde el salmista adora a Dios y le agradece por haberle dejado Su ley. Con esto, ya podemos observar que la Biblia no es un libro común.
Entonces, ¿qué es la Biblia? Bueno, decimos que es la Palabra de Dios, pero ¿qué significa esto? Significa que es lo que Dios nos quiere decir y contar. En ella podemos ver la voluntad de Dios para nuestras vidas. Y aquí es cuando viene un error muy común. Que la Biblia nos muestre la voluntad de Dios para nuestras vidas no significa que nosotros seamos el centro, el objetivo. El objetivo principal no es el de ser una guía de instrucciones, aunque nos ayuda en la vida, sino que el objetivo principal de la Biblia es ser la revelación que Dios nos quiso dejar sobre Él. Con esto en mente, entonces podemos decir que al Dios mostrarnos Su voluntad para nuestras vidas, si bien esto sirve como una guía para nosotros, el objetivo es revelarnos Su carácter a través de eso.
El objetivo de toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, es mostrarnos el carácter de Dios, revelarnos, mostrarnos, las cosas que Él quiere que sepamos sobre Él mismo. Hasta aquí creo que no dije nada que la mayoría no sepa. Pero el tema no es la teoría, sino la práctica. Muchas veces sabemos que la Biblia nos revela a Dios pero seguimos viéndola igualmente como un libro. Antes que cualquier cosa tenemos que considerar con qué actitud vamos a la Palabra. Si la leemos con la intención de buscar cosas para nosotros, con el fin de nosotros crecer, si bien es algo noble, nos estamos desviando del objetivo principal de la Biblia. La actitud correcta es la de querer conocer más de nuestro Dios. Y esto no sólo se aplica a nuestra lectura de la Palabra, sino a cada cosa que está inspirada en ella. Si estudiamos teología debe ser para conocerle más, si cantamos canciones basadas en la Palabra deben ser para mirarle a Él, si leemos libros cristianos deben ser para ayudarnos a comprender más de Dios.
Y esto sé que puede ser raro porque ¿qué pasa con toda la parte práctica de la Biblia?¿Qué pasa con los libros sobre la vida cristiana? Bueno, toda la parte práctica de la Biblia tiene como objetivo, como dijimos antes, revelarnos el carácter de Dios por medio de ella, y es a raíz de ver Su carácter que eso impactará en nuestra vida. Esto lo vemos en 1° Pedro 1:16 cuando dice "Sed santos, porque yo soy santo". Es al ver que Él es Santo que nosotros buscaremos la santidad (santidad que nunca vamos a poder alcanzar hasta la glorificación). Si buscas cumplir la parte práctica sin ver el objetivo de la misma (la revelación de nuestro Dios), te faltará la motivación principal para hacerlo.
Muchas personas creen que la Biblia es un manual de instrucciones para saber cómo debemos vivir, y yo mismo lo he creído, pero no. La Biblia no es un manual de instrucciones sino que es la revelación que Dios quiso dejarnos sobre Él. Y hay una gran diferencia, en uno el centro es el hombre y en el otro Dios, creo que no vale la pena decir cual es cual. Pensemos un poco en la Ley, a simple vista parecía un manual de instrucciones sobre cómo debían vivir las personas del Antiguo Testamento. Sin embargo, llegamos al Nuevo Testamento y vemos en libros como Romanos y Gálatas que nadie puede cumplir la Ley y que esta en realidad tenía como objetivo llevarnos a Cristo. Pero esto no lo hace solo por medio de mostrarnos nuestra incapacidad, sino que también la Ley nos revela parte del carácter de Dios. Es por eso que el salmista pudo escribir tan preciosas cosas sobre la misma en el Salmo 119. Por eso es que amaba tanto la Ley, porque en ella veía a Dios.
En conclusión, la Biblia es más que un libro, es más que texto, es la Palabra de Dios, y como tal, nos revela cosas de Él. Es por esto que al leer la misma, no debemos ir sólo con la intención de sacar cosas para nosotros, ni de aprender más teoría o práctica, sino que nuestro objetivo principal debe ver a Dios en la misma, ver Su carácter, concentrarnos en conocerle más. Será sólo cuando lo conozcamos más que entonces podremos realmente comenzar a imitarle. ¿Cómo podrás intentar ser como alguien que ni conoces?¿Cómo podrás buscar imitar a Cristo si cuando vas a Su Palabra, en lugar de buscarle a Él te concentras en sacar cosas prácticas para tu vida? La vida práctica del creyente se desprende de conocer a Dios, si no lo vemos a Él, entonces no será vida CRISTIANA la que estaremos viviendo, sino simplemente un mero moralismo. La Biblia es más que texto, es la revelación del Creador del universo, por lo que cuando vamos a ella debemos verla como tal.
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