En el último tiempo se ha visto cómo se han levantado muchos ministerios enfocados en la mujer, muchas conferencias femeninas, y muchos libros escritos por mujeres. Hoy veremos hasta qué punto esto es de bendición y desde qué otro punto esto ya empieza a ser hasta de tropiezo.
Ya hemos hablado en un blog sobre el feminismo dentro de la iglesia, con lo cual hoy no hablaremos de esto. Asumimos que usted ya ha leído ese blog y que entiende la postura bíblica sobre el pastorado de mujeres y sobre los roles distintos, pero igual de importantes, que tienen el hombre y la mujer en el plan de Dios. En ese blog mencionamos en un momento todo lo que dijimos antes, la cantidad de reuniones femeninas y cosas orientadas hacia la mujer que hay hoy en día. Hoy nos enfocaremos aún más en este punto.
Me pareció muy importante hablar de esto ya que es algo que cada vez crece más y que no siempre es de bendición como solemos creer. Vamos a partir de una pregunta: ¿Qué tan necesario es que hayan tantas cosas enfocadas hacia la mujer? Y no, no lo digo de forma sarcástica denigrando a todos estos ministerios, sino que analizaremos genuinamente esta pregunta para dar una respuesta concreta. Como siempre, para responder cualquier cosa nos debemos centrar en la Biblia. Si observamos en la Palabra no vemos muchas partes de la misma que estén aplicadas directamente a las mujeres. De hecho tampoco vemos muchas partes que estén aplicadas directamente a los hombres. La mayor parte de estas secciones aplicadas a distintos grupos de personas están en las partes prácticas de las epístolas de Pablo. ¿Por qué es esto? Porque la Palabra no se enfoca en nosotros. La Biblia es la revelación escrita de Dios, con lo cual esta se centra en Él. Si bien el conocerle a Él trae, o debe traer, una forma de vivir, una parte práctica, el centro no deja de ser Dios mismo ¿Qué quiero decir con todo esto? Que si la Biblia no hace prácticamente distinción, ¿por qué nosotros deberíamos enfocar un mensaje más para un grupo que para otro?
Entiendo igualmente que las luchas para las mujeres y para los hombres son distintas, entonces está bueno que personas más maduras nos enseñen cómo debe impactar el Evangelio, esta revelación de Dios, en esas áreas, y para eso necesitamos personas del mismo sexo que nosotros. Es aquí donde entran, o deberían entrar, los ministerios hacia la mujer. Sin embargo, esto no es lo que se ve en muchos ministerios así. Si uno entra a sus páginas, si bien tienen algunas cosas para ayudar a las mujeres, también tienen cosas de teología o artículos de temas que no tiene por qué ser para una mujer. Y aquí es cuando empiezan a haber problemas, no porque las mujeres no puedan hacerlo, sino por lo que puede haber detrás ¿Lo hacen para realmente bendecir a las hermanas con algo que han estudiado?¿O como no pueden enseñar en la iglesia buscan esa alternativa? Si es la segunda opción, el orgullo está jugando un papel principal allí, desplazando el querer glorificar a Cristo y el querer bendecir a las hermanas, con lo cual esto que aparentaba ser de bendición, termina siendo de tropiezo para esa persona. Y el problema no sólo lo tienen las mujeres que enseñan de esta forma, sino muchas veces su público. Si eres mujer permíteme preguntarte algo: De los libros que lees ¿qué porcentaje de ellos están escritos por mujeres? No está mal leer libros de mujeres, de hecho muchos recomiendan un libro llamado "Gracia desbordante" de Barbara R. Duguid. El problema está cuando las mujeres lo leen simplemente porque están escritos por mujeres. Hay una cantidad enorme de libros con una profundidad teológica impresionante que muchas dejan de lado por leer biografías de misioneras. Y no está mal, pero hay que guardar el corazón de que esto no sea por un feminismo que haya en su interior, algo que se está dando mucho hoy en día cerrándose en su propio sistema de mujeres.
Ahora, esto es más que nada con el tema de artículos, libros, etc. Pero ¿qué pasa con las conferencias para las mujeres? Para esto debemos analizar varios puntos. Primero debemos ver qué es lo que se va a hablar. Si es algo enfocado a las mujeres, entonces buenísimo. Sin embargo, si tocan temas que son iguales para todos como el Evangelio allí hay un problema. Primero porque están privando a un montón de hombres del mensaje de la Palabra. Pero si invitan a hombres entonces las mujeres no podrían predicar porque estarían ejerciendo autoridad en la iglesia por sobre los hombres, algo que, como vimos en el blog que mencionamos antes, va en contra del diseño original de Dios. Entonces ¿cuál es la solución? Si la motivación es ser de bendición, entonces todos esos recursos que tenían destinados para la conferencia "femenina" los usarán para una conferencia donde pastores puedan alcanzar a más personas. Sin embargo, si la motivación es que las mujeres puedan predicar (algo totalmente feminista), entonces la conferencia se hará igual exclusiva para las mujeres, no contemplando a los hermanos en ello y no siendo de bendición para un montón de hombres que podrían serlo.
Este es un tema muy delicado, donde probablemente varias se ofendan, pero lo veía necesario hablar ya que si bien estos ministerios pueden ser de bendición, hay veces que sus motivaciones pueden llegar a ser de tropiezo, y justamente el objetivo de este blog es tratar de hacer pensar a las hermanas con qué motivación hacen las cosas. Empezamos el blog con la pregunta "¿Qué tan necesario es que hayan tantas cosas enfocadas hacia la mujer?" y ciertamente es necesario, tal como un ministerio hacia los niños, un ministerio hacia los adolescentes, un ministerio hacia los hombres (los cuales escasean mucho), etc. Pero habiendo tantos ministerios hacia la mujer se ha dejado de lado ya el hablar de cosas enfocadas en las mujeres y ya se habla de cosas en general. No sólo hay ministerios hacia las mujeres, sino que también los ministerios para todo público tienen su parte exclusiva para mujeres. Como hablamos antes, el corazón juega un papel fundamental aquí, pero también el rol de la mujer. Dios creó a la mujer para ser la ayuda idónea del hombre, con lo cual, en lugar de empezar ministerios hacia la mujer que hablan del Evangelio u otras cosas generales, se debería estar ayudando, apoyando, a los ministerios de pastores que hablan de estas cosas. Esta es otra forma en que la mujer puede abrazar ese rol tan maravilloso que Dios le dio. Los ministerios hacia las mujeres no tienen por qué eludir el rol de la mujer. Pueden ser igualmente, como ministerio una ayuda idónea para los ministerios de los pastores. Y creo que eso puede ser algo hermoso si realmente se abraza ese rol, si se deja de lado el feminismo que hay hoy en día. Y si, el feminismo actual ha hecho que ese rol muchas veces suene denigrante, pero ¡es para lo que Dios las creó y eso es algo hermoso! Los ministerios hacia las mujeres justamente deberían ayudar a que se pueda abrazar cada vez más ese rol y estar felices con el diseño de Dios para cada uno. Los roles son algo que Dios creó, y como tales son buenos, aunque este mundo nos quiera hacer creer que no. Es allí donde debemos tener en mente el Evangelio, pensar en cómo amamos más a nuestro Salvador que a este mundo, sólo así se podrá cumplir con el rol de la mujer y se tendrán ministerios realmente enfocados en bendecir a las hermanas y no en un feminismo disfrazado.
Comentarios
Publicar un comentario