Llegamos al final del estudio de la carta hacia los Filipenses. Hoy veremos en los versículos 10 al 23 del capítulo 4 cómo a Pablo no le importaba en el medio de qué situación esté ya que lo tenía a Cristo.
"10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. 11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. 14 Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. 15 Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; 16 pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. 17 No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. 18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. 21 Saludad a todos los santos en Cristo Jesús. Los hermanos que están conmigo os saludan. 22 Todos los santos os saludan, y especialmente los de la casa de César. 23 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén." Filipenses 4:10-23
Llegamos al final de la carta, y como muchos deben saber, Pablo al final de sus epístolas siempre habla de cosas más dirigidas a sus destinatarios, y filipenses no es una excepción. En estos versículos Pablo hablará sobre las ofrendas que los hermanos de Filipos le enviaban. Sin embargo, que el pasaje hable de esto no significa que no podamos aprender de lo que allí hay. El versículo 10 comienza agradeciendo por la ofrenda que les había mandado por medio de Epafrodito (versículo 18). Se ve que hace tiempo que no recibía nada de ellos, pero esto no lo dice a modo de reproche, él entendía las razones, por eso el final del versículo. De hecho, es por esto mismo que escribirá lo que dice en los versículos 11 al 13, donde él intenta calmarlos y decirles que no se preocupen porque le hayan faltado cosas en ese tiempo. Primero les dice que a pesar de no recibir sus ofrendas, no tenía escasez. Y si bien no era que le sobraban las cosas, y se ve que la situación era difícil (recordemos que estaba en prisión domiciliaria), él estaba feliz a pesar de todo. La palabra que se utiliza para "contentarme" en el griego original es "autarkes" que significa "ser suficiente en uno mismo", ser autosuficiente. Pablo sabía arreglárselas más allá de las ofrendas que reciba. El versículo 12 es un reflejo de esto, él sabía vivir siendo pobre y siendo rico, había pasado por todas las circunstancias y eso le había enseñado a contentarse cualquiera sea su situación.
Ahora, esta autosuficiencia, este "ser suficiente en uno mismo", este contentamiento, no venía por sí solo y el versículo 13 es la prueba de esto. Creo que Filipenses 4:13 es unos de los versículos más sacados de contexto junto con Juan 3:16 (de lo cual tenemos un blog entero hablando de esto). Por años, muchos cristianos han levantado este versículo como el estandarte de "podemos hacer todo", "no hay nada imposible para nosotros", y muchas otras cosas más. Pero aquí Pablo nunca habla de hacer cosas, sino todo lo contrario, de atravesar una circunstancia. Pablo se podía sostener a sí mismo pero no por él, sino por Cristo, eso es de lo que viene hablando en toda la carta. Desde hace ya varios blogs en esta serie es que estamos viendo cómo el apóstol desarrolla el tema de centrarse en Cristo, de estar gozosos en Él y entonces nada importará. Pablo se sostenía, tenía fuerzas, no porque tuviese una capacidad superior para afrontar la prueba, sino porque se concentraba en Cristo y en consecuencia nada importaba, en consecuencia, su fortaleza era Cristo mismo, es de Él que se fortalecía el apóstol. La traducción literal del griego de este versículo quizás nos puede arrojar más luz sobre esto. Filipenses 4:13 traducido de una forma literal diría algo así: "Para todo tengo fuerzas en el que me da poder". Es en Cristo que podemos superar cualquier circunstancia ya que al estar en Cristo nada más importa. Nuestro verdadero poder es cuando nos rendimos delante de Dios, cuando estamos focalizados en Él es que somos fuertes. Puede venir cualquier tipo de problema, pero si estamos concentrados en Cristo, tendremos las fuerzas para superarlo por el hecho de que nada nos puede sacar ese gozo que hay en nuestro Salvador. Durante toda la carta hemos visto cómo Pablo siempre trata de enfocar todo hacia Cristo, hacia el gozo que hay en Él. Esto toma aún más fuerza pensando en la circunstancia en la que estaba Pablo. En la cárcel, si bien no estaba escaso de cosas, tampoco andaba muy bien, pero a pesar de todo eso, Él estaba gozoso ¿Por qué? No porque tuviese un poder sobrenatural que le daba Dios para afrontar su prueba cómo muchos toman este versículo 13; sino porque él se fortalecía en Cristo, se centraba en Él, se gozaba en Él. Eso es lo que vemos durante todo el libro y este versículo no iba a ser diferente. Y no, no es una fortaleza que, si bien era dada por Dios, estaba en Pablo, no, Pablo era insignificante, era Cristo la fuerza que lo ayudaba. ¿Estás atravesando por circunstancias difíciles? Busca el gozo en Cristo, es la única forma de ser fuertes en medio de la adversidad, y tampoco es que consigamos ser fuertes, sino que Él lo es por nosotros.
El blog tranquilamente podría terminar con esto, pero el capítulo sigue, y ahora veremos el corazón de los filipenses para con Pablo. Vemos como desde el principio de la iglesia en Filipos estos hermanos lo ayudaban al apóstol. Cuando muchos habían dejado de enviarle ofrendas a Pablo, los filipenses seguían mandando en cada oportunidad que tenían. Esto no era algo que él buscase, pero los filipenses igualmente lo hacían ¿por qué? Porque ellos estaban igualmente tomando algo del ejemplo del apóstol aquí. Buscaban lo eterno y en consecuencia querían ser útiles en la obra ayudando a un hermano que llegaría a muchos lados (versículo 17). El versículo es interesante porque si bien la ofrenda era para ayudar a Pablo, vemos que esta era agradable hacia Dios, y aquí usa el lenguaje del Antiguo Testamento. En la antigüedad, cuando los sacerdotes ofrecían sacrificios, si este se hacía de la forma en que Dios quería, dice la Biblia que era de olor fragante para Dios. Ahora, esos sacrificios se hacían para Jehová, y aquí vemos que era una ofrenda para Pablo, pero es que al ser algo que ayudaría a la obra de Dios, esta es agradable al Señor. Y que sea agradable significa que estaba hecha de una forma correcta a los ojos de Dios, ¿cómo podía ser hecha una ofrenda económica, o de objetos necesarios, de forma incorrecta? Es que todo tiene que ver con el corazón con el que se hacía. Al estar los filipenses centrados en Cristo, ellos querían ayudar a la obra del Señor a través de Pablo, con lo cuál lo hacían de un corazón sincero, no porque tuvieran qué, ni porque querían algo a cambio. Es más, vemos en 2° Corintios 8:2 que la iglesia en Filipos no era rica, sino más bien pobre, pero a pesar de eso, ellos se acordaban de Pablo. Es por esto también que el versículo 19 es una promesa de que el Señor los ayudaría con lo que necesiten. Otra cosa para destacar de ese versículo de 2° Corintios es que habla de "la abundancia su gozo", de los filipenses, y es que sólo con esa actitud de gozo (gozo que viene de Cristo) es que uno puede dejar de ver sus circunstancias y centrarse en ayudar a la obra. Y esto no sólo aplica a la ofrenda, sino también al servicio. Cuando estamos atravesando circunstancias difíciles debemos gozarnos en Cristo, centrarnos en Él y hacer Su obra.
Los versículos 21 y 22 son saludos entre los hermanos, pero los versículos 20 y 23 son como otros dos saludos. El primero es una adoración directa a nuestro Señor. Y es que después de estar toda la carta maravillándose de Cristo, gozándose en Él y animando a otros a hacer lo mismo, creo que no hay algo que se quiera hacer más que adorarle. El versículo 23 es un deseo para los hermanos, pero es un deseo centrado en Cristo, el cual es un saludo muy común de Pablo, pero que no deja de ser hermoso. Desear que la gracia de Dios esté con nuestros hermanos es lo mejor que podemos hacer.
Llegado este punto, y habiendo terminado la carta, ahora es cuando llegaría la conclusión de la misma, el cierre de todo, pero creo que esto ha quedado bastante en claro. Tanto Pablo como los filipenses pasaban por circunstancias difíciles, pero lo que define la actitud ante las mismas es en qué nos centramos. Si en el medio de la prueba, nos podemos gozar en Cristo, entonces nada más importará. Ver todo como pérdida, vivir tratando de parecernos más a Cristo, no por medio de una obediencia de la ley, sino por medio de gozarnos en nuestro Salvador, de ver la gracia y enamorarnos del que nos rescató, esa es la forma en la que somos santificados, en que seguimos en la carrera hacia la meta, en que podemos estar gozosos y tener una paz que sobrepasa todo entendimiento a pesar de lo que estemos atravesando. Las circunstancias no importan cuando todo en lo que nos gozamos, nos centramos, cuando todo lo que nos importa es Cristo. Lo único que podemos hacer es buscar conocerle más para que nos podamos maravillar más de Él y en consecuencia que nada más importe. Conócelo más, y ora para que Él produzca en nosotros ese querer como ese hacer, por su buena voluntad, para gozarnos solamente en Él. Filipenses habla de una vida de gozo, pero no una vida de gozo como lo pondría el mundo. Es una vida de gozo a pesar de cualquier circunstancia, a pesar de cualquier cosa que nos pueda pasar ¿Por qué es esto así? Porque sólo nos importa Cristo. El verdadero gozo viene cuando lo miramos a Él.
Comentarios
Publicar un comentario