Continuamos con el estudio de la carta hacia los Filipenses. Hoy veremos en los versículos 1 al 14 del capítulo 3 cómo Pablo había dejado todo atrás, ahora sólo quería ser como Cristo, y anima a los filipenses a hacer lo mismo con gozo.
"1 Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro. 2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo. 3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. 4 Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: 5 circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; 6 en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. 7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, 9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; 10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, 11 si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. 12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús." Filipenses 3:1-14
El capítulo 3 de la carta hacia los filipenses es quizás uno de los capítulos más lindos de la Palabra para mí. Este sigue un hilo hermoso, y es por eso que hoy agarramos una porción tan grande para el estudio, porque creo que si lo dividimos en distintos blogs, mucho se perdería. El capítulo comienza con un "Por lo demás". Mientras muchos dicen que esto se refiere a un cambio de tema aquí o a una conclusión de la carta, creo que en realidad está relacionando de lo que viene hablando. En el blog anterior vimos cómo Pablo hablaba de la enfermedad de Epafrodito, y la carta misma es escrita en medio de una situación difícil para el autor. Sin embargo, el apóstol les deja una directiva a los filipenses "gozaos en el Señor", con lo cual ese "Por lo demás" o "Finalmente" (como podría ser su traducción) creo que se refiere a un "más allá", haciendo énfasis en que a pesar de las circunstancias nos debemos gozar en el Señor. Y esta directiva de Pablo es en la que se basará todo el resto del pasaje, siendo Cristo el centro del gozo y de todo. Es por eso también que Pablo primero les advertirá sobre las personas que les quieren sacar el gozo, siendo los versículos 1, 2 y 3 una advertencia contra los judaizantes. Al parecer Pablo ya les había advertido de ellos según el versículo 1, pero es importante remarcarlo. El versículo 2 es una advertencia clara. Los perros frecuentemente eran los gentiles para los judíos, y es por eso que lo usa en tono irónico para describir a los judaizantes ¿Cómo sabemos que estas personas eran los judaizantes? Primero porque la iglesia en Filipos estaba constituida por gentiles en su mayoría como vimos en la introducción en la carta, con lo cual este era un blanco claro para esos falsos maestros (o "malos obreros", ya que se hacían pasar por obreros de Cristo pero sus intenciones no eran buenas) que querían imponer la ley judía a los convertidos al cristianismo. Después cuando habla de "mutiladores del cuerpo" es una referencia a cómo los judaizantes querían que los que se conviertan se circunciden. Por eso el versículo 3 comienza de esa forma, hablando de que lo que importa no es la circuncisión física, sino la espiritual (Recordándonos al capítulo 2 de Romanos). Pablo entonces con esto nos habla de que lo que importa no son las cosas que hagamos sino lo que somos (en Cristo). Y es justamente por esto que estas personas roban el gozo, eso hace el legalismo al cargarte con tantas cosas. Esas cargas hacen que nunca podamos estar descansados y en consecuencia gozosos.
A partir del versículo 4 y hasta el 6 veremos que si las cosas que hacemos importan, entonces Pablo tenía absolutamente todo en esta vida, y, si así fuese, lo tenía antes de conocer a Cristo. Este pasaje se conoce como las credenciales de Pablo, su currículum vitae. No quiero hacerlo más largo de lo que ya va a ser este blog, pero veamos de forma rápida lo que significa cada una de estas cosas. 1 "Circuncidado al octavo día" Justo en el tiempo que la ley lo requería. 2 "Del linaje de Israel" Descendiente directo de Abraham, Isaac, y Jacob. 3 "De la tribu de Benjamín" La única tribu que había ido con Judá (la tribu del Señor) cuando Israel se separó, con lo cual estaba vista como una de las más importantes. 4 "Hebreo de Hebreos" tanto su madre como su padre también eran descendientes de Jacob. 5 "En cuanto a la ley, fariseo" Pertenecía a aquella secta judía que se jactaba en cumplir al pie de la letra (según ellos) la ley y a estudiarla en profundidad (de esta secta era el sanedrín). 6 "En cuanto a celo, perseguidor de la iglesia" Su celo por el judaísmo antes de Cristo era tan grande que lo llevó a perseguir a la iglesia. 7 "En cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible" Según el sistema judaico, él cumplía toda la ley, pero según el Señor claramente no (Romanos 3:23). Ahora es cuando llega el tan conocido (y mi favorito) versículo 7. Con este versículo Pablo va a mostrar como, cuando todos esos falsos maestros se jactaban en esas cosas terrenales, él, que tenía más credenciales que la mayoría de judíos, no se jactaba en ellas, sino que todo lo contrario, eran pérdidas. Pablo había dejado atrás todas aquellas cosas por amor a Cristo, ya que las mismas lo podían alejar de Él, con lo cual no se podría gozar en el Señor con esas cosas en el medio. El versículo 8 es un refuerzo de esto. Pero es interesante este versículo si lo vemos en el contexto en el que está Pablo. Él dejó una vida de buena posición económica y social para seguir a Cristo, y ahora estaba en prisión domiciliaria. Aún así, todo lo de antes lo consideraba como basura (o estiércol que en realidad es la traducción literal del griego) en comparación con Cristo. Conocer a Cristo en una relación personal (a ese conocimiento se refiere la palabra en el original) donde quiera que fuese le producía muchísimo más gozo que vivir con todos esos títulos. Él dejó todo "para ganar a Cristo" que, a diferencia de lo que muchos creen, no se trata de ganar el favor de Cristo, ya que Él sólo lo ganó por nosotros en la cruz, sino que la palabra en el original habla de apropiarse. El diccionario Vine pone una anotación con respecto a esta palabra en este versículo muy linda: "Apropiarse de Cristo de tal manera que Él venga a ser el poder dominador en y sobre todo el propio ser y circunstancias". Podemos ver un paralelo entonces con el ser llenos del Espíritu Santo.
El versículo 9 continuará con esta idea con la que cierra el versículo 8, con este deseo que tenía Pablo ahora, luego de haber dejado todo atrás para conocer a Cristo. Los versículos 9 al 11 son el deseo de Pablo de parecerse más a Cristo. El versículo 9 comienza con "y ser hallado en Él" seguido de lo que dijo al final del 8. Pablo consideró todo como basura para estar en Cristo, unido a Él, a eso se refiere ese hallado y al estar en Cristo ahora tiene una justicia real, la de Cristo, la cual viene sólo por la fe. Antes él se apoyaba en todas las cosas que hacía de la ley para tener una justicia falsa, pero ahora, estando en Cristo, tiene Su justicia, la verdadera, la que es de Dios ¿Cómo no estar gozoso por esto? El versículo 10 nos habla del "para qué" es que ahora tenemos esa justicia. En resumidas cuentas: para conocer más al Señor y en consecuencia parecernos más a Cristo en nuestra vida. Sin la justicia de Dios imputada en nosotros no le podríamos conocer, pero gracias a la resurrección que produjo en nuestros cuerpos muertos por el pecado, gracias a ese poder es que le podemos conocer, y ser más como Él. Y, mientras muchos hoy en día quieren ser parecidos a Cristo por su poder, declarando cosas y queriendo "cambiar realidades", Pablo aquí quiere padecer más por Cristo, y hasta morir por su causa. El apóstol nos muestra siempre que el cristianismo no es color de rosa, pero es gozoso porque lo tenemos a Cristo y nada más importa.
En el versículo 11 vemos ese deseo por ya llegar al final de todo, esa resurrección de los muertos, donde todos sus hijos seremos glorificados. Pero para eso falta, y justamente esto es lo que desarrollará de aquí en adelante. Del 12 al 14 veremos como Pablo les habla de que todavía sigue pecando, sigue en la lucha. Más en el idioma deportivo de Pablo: sigue en la carrera. El lenguaje deportivo en las cartas paulinas es bastante frecuente, aquí compara la vida cristiana con una carrera, siendo el premio o la meta lo que vimos antes: ese "ganar a Cristo", el ser como Él, básicamente la glorificación. Pablo anima a los filipenses a seguir en la carrera, a ser como él y dejar ese pasado atrás y que sólo importe la meta, el ser como Cristo. El "supremo llamamiento de Dios" hecho en Cristo es justamente ser como Cristo, para eso fuimos todos asidos por el Señor. Aquí vemos en los versículos 13 y 14 un gran esfuerzo, nivel deportista olímpico según el lenguaje que emplea el autor. Sin embargo, este esfuerzo para llegar a la meta no lo podemos desligar de todo lo anterior que habló Pablo, recordemos. El pasaje empieza animando a los filipenses a estar gozosos en el Señor, luego advierte sobre los falsos maestros para que no se les vaya el gozo, después habla en contraste a esos falsos maestros del gozo real que viene, no por las obras de la carne, sino por tenerlo a Cristo mismo. Ahora, Pablo no les liberó la mochila de los falsos maestros para decirles igualmente que se esfuercen solamente. No, porque eso sería lo mismo que los falsos maestros. Pablo estuvo todo el pasaje mostrando cómo la justicia propia no sólo no trae gozo, sino que no sirve, y eso mismo pasa acá. Siendo la meta la glorificación, el ser igual a Cristo, es imposible llegar entonces, por más de que nos esforcemos. Es en Cristo, así como la justicia, que podemos obtener ese premio. Esto no quita que no nos debamos esforzar, pero el tema es en qué nos esforzamos. Si nos esforzamos en las obras, no llegaremos a ningún lado. Pero si nos esforzamos en que todo lo que nos importe sea Cristo, así como Pablo, entonces nos podremos parecer más a Él porque le conoceremos más. Pero no por nuestras fuerzas sino porque Él lo produce (La santificación es del Señor).
Al principio del blog dije que Pablo se basaría en ese "gozaos en el Señor" para desarrollar todo lo que seguía. Y es que ese proseguir a la meta, esa carrera se corre concentrándonos en Cristo, gozandonos en Él ya que es Él quien nos hace avanzar hacia la meta. La vida cristiana se trata de ver todo como pérdida y que nuestro gozo sea Cristo. Cuando solamente Él nos importa es que nos estaremos adelantando hacia la meta. Pero esto es algo que no podremos hacer en esta vida, por ello es que requiere un esfuerzo el gozarnos en Dios, ya que vendrán cosas que quieran desviarnos de ese gozo. Sólo cuando te centras en Cristo es que podrás experimentar el gozo verdadero. Esforcémonos, pero no en obras como hacían los judaizantes, sino como Pablo, en el conocimiento de Cristo, en dejar todo atrás y que sea el Señor, y sólo el Señor, nuestro gozo.
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