Para el blog número 100 quería hacer algo especial, y habían muchos temas de los que quería hablar, pero al final me incliné por uno que me parece necesario. Si bien en el título pone que es una crítica, creo que más bien la palabra es una llamada de atención, espero que nadie lo tome a mal, sino que más bien pueda ser de bendición.
"Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga." 1° Corintios 10:12
Parece mentira que ya estemos por el blog número 100, eso significa que ya van casi 2 años desde que comenzó este blog. Durante todo este tiempo, siempre he querido enfocarme en la sana doctrina, apuntar siempre al verdadero Evangelio y al verdadero Dios. Sin embargo, creo que llegó el tiempo de mirarnos a nosotros mismos, a los que estamos en la sana doctrina. Hemos hablado en distintos blogs sobre lo que hablaremos hoy, pero creo que nunca fui tan directo. Hay algo que quiero dejar bien en claro desde un principio: No por ser calvinistas significa que somos bíblicos ¿A qué me refiero con esto? Si, podemos tener el conocimiento sobre las 5 solas, el TULIP, saber bien cómo es, según la Biblia, el proceso que Dios hace en nosotros para salvarnos; pero eso no significa que todas nuestras prácticas o pensamientos sean bíblicos. El versículo de 1° Corintios 10:12 que leímos antes creo que refleja esto muy bien. En este pasaje, Pablo está tomando a Israel como ejemplo de lo que NO hay que hacer. Pero es interesante que el capítulo empieza con Pablo mostrando lo cerca de Dios que estaban, pero aún así cayeron en prácticas a tal punto de ser pecaminosas. Hoy no nos enfocaremos en el pecado, pero sí en prácticas o pensamientos que solemos tener como reformados que no son bíblicos pero los tomamos como si así fuesen.
Una de las cosas que vamos a retomar es el tema de los extremos (lo cual hablamos en el blog sobre "Cuidado con los extremos"). Es impresionante como la iglesia reformada ha caído en esto. Al ver la locura carísmática que hay hoy en día, la iglesia se ha tornado al polo opuesto. Con esto me refiero por ejemplo a temas como: la música (cómo al ver la música tan modernizada en la iglesia carísmática, la iglesia reformada se ha inclinado a volver a los himnos y adoración sin emociones), el evangelismo y discipulado (al ver que la iglesia moderna no lo hace, muchas iglesias reformadas envían todos a hacerlo sin previamente ellos recibir un discipulado correcto en la sana doctrina), y el más grave de todos (el cual conlleva los temas anteriores) es el legalismo. Al ver lo liberal y pecaminosa que se ha convertido la "iglesia" moderna, es impresionante como muchos han optado por irse al polo opuesto del legalismo. Esto me parece tan contradictorio. La doctrina que seguimos los reformados la hemos llamado muchas veces las doctrinas de la gracia, y efectivamente esto se ve en el Evangelio que predicamos, pero muchas veces, ese es el único lugar donde se ve, ya que luego, en nuestra vida cristiana y hablando de la santificación, nos olvidamos totalmente de esa gracia que nos salvó, llevándonos a una "santificación" por obras y no por gracia (esto es lo que intenta el legalismo). Y lo triste también es que todo esto ha salido de un afán de ser "más bíblicos", y entonces, por contraposición de los carísmáticos liberales, es que surgió este pensar. Pero este caso es justamente el llamado de atención que le hizo Pablo a los romanos. En Romanos 6:1 se hace la pregunta "...¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?" a la que se responde en ninguna manera. Este es un pasaje que refuta justamente todo ese libertinaje que hay. Pero si observamos el resto del capítulo, y los capítulos 4, 5 y 7 también podemos ver como tampoco estamos bajo una ley, sino que ahora estamos bajo la gracia, con lo cual Pablo exhorta a los romanos, y a nosotros, a vivir de acuerdo a eso. Ni libertinaje, ni legalismo, gracia, esa debe ser la forma de vivir. De esto también habla el autor de Hebreos en Hebreos 10:23. El versículo anterior habla de mantenernos limpios, pero mientras unos toman esto para el legalismo (esa santificación por obras), otros ven el resto del pasaje. El versículo 23 dice que Dios es Fiel ¿Para qué? Para justamente mantener sin fluctuar nuestra profesión de fe (santificación por gracia). Y el versículo 24 habla también de estimularnos los unos a los otros EN AMOR. De vuelta, mientras muchos legalistas se la pasan juzgando a las personas, otras tratan de ser de edificación. Vivir de acuerdo a nuestra profesión es vivir de acuerdo a esa gracia dependiendo de Dios para absolutamente todo.
Con esto también viene otro punto el cual es muy común, al haber ingresado el legalismo a las iglesias reformadas, las personas se cargan con mochilas que no pueden llevar, de hecho fue Cristo quien las tuvo que llevar por nosotros. Pero si bien Jesús las llevó, las personas se ponen esa carga que no existe, y no sólo se la ponen a ellos mismos, sino que también se las ponen a otras personas, en muchos casos cristianos nuevos o inmaduros en la fe, que al cargarse con esa mochila comienzan a tener dudas en su salvación. Y acá es cuando de vuelta nos debemos apropiar del nombre de nuestra profesión: Las doctrinas de la gracia. Es Dios quien lleva nuestras cargas, ya que nosotros estamos totalmente depravados, y es Dios quien nos sustenta ya que Él nos hace perseverar hasta el fin. En ningún punto entramos nosotros, es todo por gracia, y debemos recordarlo día a día. Es impresionante la cantidad de personas en iglesias reformadas luchando contra la inseguridad de su salvación, pero todo eso es porque dejaron de ver a Cristo y comenzaron a verse a ellos mismos. Si va a las etiquetas en el blog y busca los blogs que hablan sobre la seguridad de salvación allí podrá leer más sobre esto, pero no es el objetivo de este blog. El punto aquí es que podemos tener el conocimiento de la sana doctrina, y llevar el escudo de los reformados, pero si nos vemos a nosotros mismos en lugar de a Cristo, de nada sirve.
Ahora, esto último que dije sirve tanto como para la seguridad de salvación como para el resto de la vida cristiana. Con esto voy a ir al último punto muy común entre los reformados. Creo que la mejor forma de definir este punto es que la jactancia por ser bíblicos muchas veces nos lleva a no serlo. Y esto va desde muchísimos puntos de vista. El primero se ve muy en claro en las redes sociales. A lo largo de mi vida he pasado por una iglesia pentecostal, un seminario de hermanos libres (semipelagianos), y ahora estoy en una iglesia reformada, y jamás he visto que se compartan tantas prédicas en las redes como lo he visto este último tiempo. Y no me malentienda, está perfecto esto, debemos plagar las redes de sana doctrina. El problema viene cuando estas prédicas que se comparten reemplazan el estudio de la Palabra. La mayoría de los reformados ha llegado a la sana doctrina por escuchar prédicas de John Piper, John MacArthur, Paul Washer, etc. Y está buenísimo que Dios haya utilizado esto para despertar a sus hijos, pero no se queden sólo con eso. Estamos en un mundo donde al tener tantos teólogos al alcance de un click hemos dejado de lado nuestro estudio personal. Entonces, las convicciones que tenemos ya no vienen de un estudio de la Palabra, sino de lo que hemos visto en YouTube. Es irónico como muchas veces hablamos por ejemplo del feminismo y como todas las feministas repiten el mismo discurso, pero muchas veces somos iguales. Al no venir de un estudio personal, sino de lo que alguien dice, estamos repitiendo un discurso del cual si nos descolocan no sabemos qué decir. Nuestra convicción no tiene que estar basada en lo que escuchamos, ni siquiera de predicadores sanos, sino de nuestro estudio de la palabra, en el cual otros predicadores pueden ser de ayuda, pero el estudio debe ser nuestro (esto lo pueden leer en el blog "Cómo tener convicciones bien fundamentadas"). Esto igual conlleva otro punto de vista sobre esa jactancia que vimos antes. Y es que muchos en su afán por estudiar la Palabra, terminan alegorizando, o espiritualizando, o hasta teniendo prácticas que parecen más bíblicas, pero no lo son. Un ejemplo de esto se da en la oración. Hay muchos que cuando oran parece que están dando una clase de teología, ¿y a quién se la están dando?¿A Dios? Él es el autor de la teología, no lo necesita. En esta jactancia que tienen por ser bíblicos terminan repitiendo la Biblia en sus oraciones cuando la Palabra en ningún momento nos invita a hacer eso, de hecho la palabra oración en su original habla de expresar los deseos de nuestro corazón, y Cristo mismo nos exhorta contra las repeticiones. Decir un salmo en oración es lo mismo que repetirle a alguien algo que ya dijo. Esto lo hacen como para ser bendecidos y "saber qué decir en una oración y necesitamos una guía" pero no es para eso la oración, sino que es para hablar con nuestro Dios, como dice la palabra justamente, para expresar lo que hay en nuestro corazón, no lo que hay en el corazón de Dios (su Palabra). En una el centro es uno mismo intentando ser bendecido y en el otro es Dios (Acá también les dejo el blog sobre "la oración" donde hablo más del tema).
En conclusión, tengamos cuidado. Con el fin de separarnos de la mala imagen que dio la iglesia moderna tenemos ahora nuestra propia versión de la Biblia, nuestras canciones, nuestra forma de orar, pero no viniendo de algo hecho por amor, sino de una cabeza legalista y jactanciosa. Si de verdad estuviese el amor allí no habría legalismo, no juzgaríamos, no nos encerraríamos con cosas en las cuales no es necesario encerrarse, como la versión de la Biblia o la música. Y si, con esto me refiero al uso de la LBLA y a una alabanza que se basa en cantar solo himnos, la música de la IBI y Sovereign Grace, todo reformado por así decirlo. Si estuviésemos cimentados en amor pensaríamos que si bien tienen sus leves diferencia la LBLA y la Reina Valera 1960 (que no son graves como lo puede ser la NVI), al usar la mayoría del mundo hispano la Reina Valera, usaríamos esa ya que cuando una persona nueva venga va a tener la misma versión y no se va a sentir como un alíen en el medio de la iglesia. Lo mismo con las canciones, hay muchas canciones que se cantan en otras iglesias las cuales la letra es 100% cristocéntricas, no digo de siempre cantar esas, pero tampoco nos neguemos ante las mismas. No nos encerremos, pero tampoco cedamos en doctrina. Tampoco hagamos doctrina de algo que la Biblia no dice, y creemos con esto nuevos dogmas, sino seamos bíblicos. Vivamos de acuerdo a la profesión de nuestra fe, vivamos de acuerdo a las doctrinas de la GRACIA.
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