Hay un dicho que dice "el que avisa no traiciona", y eso es justamente lo que es el título de este blog. Hoy trataremos el tema que a la gente menos le gusta, probablemente te sientas mal al leerlo, pero creo que es necesario.
Una palabra que se usa mucho en el mundo de internet es "clickbait" (lo cual se puede traducir como cebo o anzuelo de clicks). Esta se refieren generalmente a títulos de videos, blogs, podcast, o todo tipo de cosas que tienen algo lo cual te incita a hacer click para entrar en esa página. Y si, quizás el título de este blog se pueda catalogar de esa forma, pero creo que es importante hablar de este tema. Estoy seguro que mínimamente, la primer parte de este blog no te va a gustar ¿Por qué? Porque vamos a hablar de lo que realmente somos. En un mundo donde siempre se está buscando aumentar la autoestima de las personas, donde se las motiva, y se busca empoderarlas, el mensaje de la Biblia ha resultado muy poco popular. A tal punto ha pasado esto que iglesias enteras se han sumado a este discurso del mundo, pero eso ya lo vimos en nuestra serie sobre suavizar el Evangelio. Hoy vamos a ver la miseria humana en su máxima expresión, y si, a nadie le va a gustar eso, pero igualmente te invito a leer el blog completo, ya que seguramente te verás reflejado, pero tranquilo, no todo es feo.
Vamos a dividir este blog en tres partes, cada una contradiciendo a lo que el mundo dice. Primero hablaremos sobre cómo somos malos, somos literalmente como nada y no importamos. Luego hablaremos como a diferencia de cómo se nos motiva en que sí podemos lograr cosas, no podemos hacer absolutamente nada, somos inútiles. Y finalizaremos hablando de como no podemos ser felices ¿Seguís pensando que quizás sí te iba a gustar el blog? Comencemos.
El mundo hoy en día nos habla de como nadie es intrínsecamente malo. Ya desde la psicología y toda la teoría Freudiana, las personas hacen cosas malas por algo que les pasó y los ha afectado. Con esto, a su vez, se marca una distinción entre las personas. Por un lado aquellas que han hecho cosas malas tales como robar, asesinar, engañar, violar, etc. Y por el otro lado tenemos a aquellas personas que simplemente viven su vida, son honestas, trabajan, llevan el pan a la mesa, etc. El segundo grupo de personas se suelen ver como buenas personas al compararse con el primer grupo, marcando entonces una "superioridad moral". Pero ¿y si te dijera que no existen estos dos grupos de personas, sino que sólo existe un sólo tipo? La psicología ha llevado a muchos a pensar que esto es así también, mostrándonos a todos como el segundo grupo. Sin embargo, la Biblia dice lo contrario, que somos todos como el primer grupo. Romanos 3:10-12 dice: "Como está escrito: No hay justo, ni aun uno no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno." Quizás no cometimos los mismos pecados que los que están en la cárcel, pero igualmente nadie puede decir que no ha pecado (Eclesiastés 7:20). Somos malos, somos pecadores, pero a pesar de esto muchas personas creen que igualmente importamos. Dios lo dejó bien en claro cuando toda la humanidad cayó allá en Génesis 3: "pues polvo eres, y al polvo volverás." No somos nada, solo somos pecadores, Pablo mismo se veía de esta forma cuando dice en 1° Timoteo 1:15 que él es el primero de los pecadores. Este es el primer punto, y probablemente el resto tampoco te gusten, pero tranquilo, te invito a seguir leyendo.
Este siguiente párrafo va a ser totalmente desmotivacional, ya que a diferencia de lo que el mundo dice con sus charlas motivacionales de "vos podes", nosotros no podemos. Ante esto muchos hablan de como personas si han podido lograr cosas en su vida. Personas como Mark Zuckerberg (creador de Facebook), Bill Gates, Steve Jobs, Elon Musk, muchas veces se los pone como modelos de éxito en la vida, sobre cómo han logrado tanto en la vida, "y si ellos pudieron tú también puedes". Sin embargo, vemos en la palabra que todo esto no importa, son tesoros en la tierra, que simplemente un día desaparecerán (Mateo 6:19). Las cosas que importan no son ni riquezas, ni éxito, ni fama, porque cuando muramos todo eso desaparecerá. Lo que importa es lo eterno, para lo cual, el versículo de Romanos 3 que leímos antes dice que somos inútiles. Efesios 2:1 dice que estamos muertos en nuestros delitos y pecado, ¿de qué sirve un cadáver? De nada. En las cosas que importan no servimos. No podemos hacer nada porque simplemente estamos muertos.
Finalmente hablaremos de como no podemos ser ni siquiera felices. Romanos 8 habla de cómo toda la creación gime esperando su liberación. O sea que toda la creación está sufriendo, y muchas veces lo vemos como si fuese el ecosistema del planeta tierra, pero nosotros también somos creación, el ser humano también está sufriendo. Si hablamos de felicidad muchas veces se nos viene la idea del sueño americano: Vivir casados, con hijos, un perro, en una linda casa, con un lindo auto, un buen y divertido trabajo. Pero ¿es esto felicidad? No. Al estar todo el mundo en un estado de decadencia, podremos tener destellos de felicidad, pero nunca podremos estar 100% felices. Ni siquiera podemos cumplir el propósito para el cual fuimos creados, con lo cual nunca seremos felices, siempre faltará algo.
Somos pecadores inútiles, incapaces de hacer algo, incapaces de ser felices. Esa es la miseria humana, ese es el estado en el que está el hombre. Probablemente no te gustó nada de todo lo que te dije. Pero bueno, no voy a ser tan malo para terminar el blog acá, porque hay una solución. Cristo murió. ¿Y cómo afecta todo eso a nuestra miseria? Bueno, Cristo murió ya que la paga de nuestro pecado era morir, pero Él se cargó con nuestra culpa, con ese pecado, y pagó Él esa deuda, con lo cual ya no somos pecadores ante Dios. Al Cristo habernos quitado nuestro pecado, ya no estamos muertos en nuestros delitos y pecados, sino que nos resucitó, nos dio vida. Pero hay otro problema, para creer en todo el sacrificio de Cristo, y ser un hijo de Dios, debemos reconocer todo lo que hablamos antes. Sólo cuando lo reconocemos es que entonces vamos a poder apreciar el sacrificio de Jesús por nosotros, ya que es por toda nuestra miseria que tuvo que morir. Jesús decía: "...Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame." (Lucas 9:23). Y esto es lo que no te va a gustar de este blog, porque negarnos a nosotros mismo va en contra de nuestra naturaleza. Pero justamente, debemos reconocer que somos pecadores inútiles, incapaces e infelices, y es ahí donde podremos apreciar a Cristo. Y ojo, no digo que cuando Cristo nos salva todo es color de rosas. No, seguimos siendo pecadores, aunque el pecado ya no nos domina. Seguimos siendo inútiles pero ahora lo tenemos a Cristo de nuestro lado, el cual sí puede. Seguimos sin poder ser completamente felices ya que estamos en un mundo caído, pero tenemos esperanza, ya que la creación gime esperando su liberación, y confiamos en que Cristo volverá trayendo esa liberación final. Todo esto no es algo que nos guste escuchar, pero eso no hace que no sea verdad, y si bien es feo pensar en eso, es justamente lo que nos lleva a apreciar a Cristo, con lo cual eso feo, se transforma en algo hermoso. ¿Estás listo para hacer lo que no te gusta?¿Para aceptar tu miseria?¿Para negarte a ti mismo?¿Listo para aceptar que todo lo que necesitas es a Dios mismo?¿Listo para reconocer que Cristo tuvo que morir por vos porque vos nunca pudiste? Entonces, decíselo.
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