Continuamos con el análisis de los 5 puntos que definió el sínodo de Dort, hoy conocidos como los 5 puntos del calvinismo, resumidos en el acróstico TULIP (tulipán en inglés). Hoy veremos el segundo de los puntos: Unconditional Election o Elección Incondicional.
Y no sólo esto, sino también cuando Rebeca concibió de uno, de Isaac nuestro padre (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Romanos 9:10-18
La semana pasada vimos que si Dios no nos hace nacer de nuevo es imposible que podamos ir a Él. Vimos como la iniciativa de la salvación siempre está en Dios. Ahora vamos a ver que esa iniciativa de Dios para salvarnos viene desde antes de la fundación del mundo. La predestinación de los hijos de Dios para salvación no es algo que se pueda debatir si pasó o no porque la Biblia misma habla de ella (Romanos 8, Efesios 1). Sin embargo, este ha sido uno de los 5 puntos que más controversia ha causado. Para dar sentido a su doctrina del libre albedrío, los arminianos dicen que sí, Dios eligió a sus hijos para salvación, pero lo hizo sabiendo quienes con su libre albedrío decidirían creer en Cristo. Con lo cual, la elección de antes de la fundación del mundo de Dios está condicionada por la decisión que cada humano tomaría. Hablan de que la predestinación en realidad es presciencia, ese conocimiento previo de quienes decidirían por Él. Primero que nada, como vimos en el blog anterior, nunca elegiríamos a Dios por estar muertos en nuestros delitos y pecados. Entonces, si la decisión de Dios estuviese basada en nuestra elección, Dios no hubiese elegido a nadie. Además, la Biblia nunca habla de la predestinación como una presciencia, sino más bien como una declaración. La palabra en el original para predestinar es la palabra "proorizo" que significa determinar, declarar que algo pasará de ante mano. Entonces, cuando hablamos de que Dios nos predestinó para salvación, no estamos hablando de que Dios ya sabía que seríamos salvos, sino que Dios determinó que seríamos salvos. Esta elección entonces también es incondicional ya que como la iniciativa es de Dios depende exclusivamente de Él y no de algo que nosotros hagamos. No hay absolutamente nada de nosotros que haya hecho decidir a Dios predestinarnos en lugar de alguien más. Como vemos, en todo esto Dios se lleva la gloria, con lo cual si fuese según alguna condición, nosotros también tendríamos algo de esa gloria, cuando Dios dice que con nadie la comparte (Isaías 42:8).
Esto es difícil de entender para algunas personas, ya que nuestra humanidad afecta mucho nuestro pensamiento. Pero no debemos pensar lo que nosotros haríamos si fuésemos Dios, ya que si fuese así sería todo un desastre y estaríamos humanizando a Dios, sino que debemos pensar lo que Dios ya ha hecho y reveló en su Palabra. Muchos se niegan a pensar que Dios haya escogido solo a algunos para ser salvos. Primero que nada, esta elección de Dios la vemos a lo largo de toda la Biblia. Dios eligió a Abraham en lugar de cualquier otra personas de la humanidad que vivía en ese entonces para ser su pueblo. Cristo eligió solo a 12 discípulos de la multitud que le seguía. Pablo en el capítulo 9 de Romanos nos muestra otro ejemplo bastante claro como leímos al principio. El caso de Jacob y Esaú es algo muy claro. Dios, antes de que naciesen eligió a Jacob para que sea su pueblo. Algunos pueden decir que Dios eligió a Jacob porque sabía lo que Él iba a ser por la primogenitura, pero el versículo 11 nos dice que esto fue desde antes de que ellos hagan cualquier cosa, ya que no es por las obras de ellos, sino por la determinación de Dios. Ahora, el versículo 14 es la pregunta que muchos se hacen al enfrentarse con esta doctrina y Pablo se anticipa a esto. ¿Es injusto entonces que Dios elija a algunos para ser salvos y que el resto entonces sufra la condenación eterna? Pablo dice que en ninguna manera, esto no es para nada injusto, aunque para nuestros ojos humanos puede parecer así. Pero Dios es Soberano para hacer lo que Él quiera (Isaías 46:10). Si Él puede hacer lo que Él quiera, entonces puede tranquilamente elegir a algunos para salvación y a otros no. Y esto no es injusto para nada, ya que Dios no los elige para condenación, sino que ellos ya están condenados. Si Dios no eligiese a ninguna persona para ser salva y todos fuésemos al infierno ¿Sería justo esto? Por supuesto, todos nos merecemos la condenación eterna. Pero Dios, que es rico en misericordia, a las personas que Él quiere, les da gracia. Esto lo que hace es mostrarnos más la gracia de Dios, porque mientras algunos reciben su Justicia, otros reciben su Gracia, ya que la Justicia la recibió Cristo por nosotros. Lo justo entonces sería que todos sufriésemos la condenación eterna, pero Dios muestra gracia. Lo siguientes versículos del pasaje nos mostrarán como Dios tiene misericordia de los que Él quiere y como Dios es Soberano para hacerlo. De hecho, si seguimos leyendo el capítulo nos va a decir quiénes somos nosotros para decirle al Dios Soberano qué hacer, decirle qué es justo o no.
Ante esto entonces muchos se preguntan para qué creó Dios entonces a las personas que no predestinó. Sin duda, Dios hace absolutamente todo para la gloria de Su Nombre, entonces estas personas también están creadas para que Dios se glorifique y se muestre aún más. Esto lo podemos ver en los versículos 21-23 del capítulo 9 de Romanos:
21 ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción,
23 y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria,
Como dije antes, debemos dejar de lado nuestro pensamiento humano para poder entender esto y ver lo que Dios nos muestra en su Palabra. R.C. Sproul habla de que efectivamente el libre albedrío juega un papel importante en la elección, pero no nuestro libre albedrío, sino el de Dios para elegir a quien Él quiere. Pensemos de esta forma. La predestinación no se puede negar, sin embargo unos dicen que está condicionada en la decisión humana, con lo cual cada uno sería responsable de su salvación. La otra postura nos muestra que la iniciativa no es nuestra, que la salvación no depende ni está condicionada por nosotros sino que es algo de Dios según Él quiso hacerlo. ¿Cuál glorifica más a Dios?¿Una que le da la iniciativa al hombre o otra que se la da a Dios?. Esta doctrina no sólo nos hace descansar en que la iniciativa es de Dios, sino que también nos muestra la gracia de una forma mucho más grande. Como vimos en el blog anterior, necesitamos que Dios nos haga renacer para poder creer en Él, y ahora vimos como Dios determinó antes de la fundación del mundo a quiénes haría renacer para esta esperanza viva, no por algo que hagamos, sino por el puro afecto de Su Voluntad. Y así como pasó con Jacob, y como siempre digo, Dios orquesta la vida de sus escogidos para que un día ellos se encuentren con Él.
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