Desde dudas uno mismo con su salvación, hasta dudar de la salvación de otras personas, el tema de la seguridad de salvación es uno de los temas sobre el cual más dudamos, ya sea en nosotros o en otras personas. Con esto quiero que veamos una perspectiva bíblica a esto.
"Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe..." Hebreos 12:2a
Vamos a ver dos casos en este Blog: Primero el tema de la seguridad de salvación de cada uno, con esto me refiero el hecho de estar seguros de la salvación de uno mismo; y segundo cuando dudamos de que otras personas sean salvas, qué tan bien está esto. Empecemos viéndonos a nosotros mismos. Muchas personas dudan de su salvación por el hecho de que siguen pecando y quizás no ven un cambio muy grande en ese momento en sus vidas. Esto comparando con otras personas que se han convertido y al momento dejaron de ser adictos a las drogas, por dar un ejemplo, muchas veces nos hace pensar sobre si de verdad hemos sido salvos o no. Cuando hablamos de este tema, no podemos dejar de hablar de la primera epístola del apóstol Juan. lo que hace el apóstol en esta carta es una invitación a autoexaminarse uno mismo para ver si realmente es creyente o no. El problema muchas veces es que esto se debe hacer a la luz de toda la Palabra de Dios. Sin duda el creyente debe vivir una vida separado del pecado, pero esto no significa que no peque. Cuando Juan habla de que no practicamos el pecado, muchas veces se dice que se refiere a un hábito. Pero la realidad es que cuando uno lucha contra un pecado, uno cae una y otra vez. Por ejemplo, cuando luchamos con nuestro orgullo, muchas veces caemos en cada posibilidad que hay ¿Cuál entonces es la mejor traducción de esto? Bueno la palabra en el griego original para practicar es "poiéo" que significa más bien causar algo, producirlo. Con esto quiere decir que el que es creyente, no se crea posibilidades para pecar, sí es probable que caiga ante una tentación, pero no va en búsqueda constante de la tentación, sino que trata de alejarse, busca (aunque muchas veces de forma fallida), alejarse del pecado. Sin embargo el no creyente está constantemente buscando posibilidades para pecar. Entonces, no se refiere a pecar una y otra vez, sino a ir en búsqueda del pecado, crear nosotros las oportunidades. A demás, al leer 1° de Juan debemos verlo a la luz de toda la Escritura. Esto por el hecho de que podemos caer en que para ser cristiano tengo que hacer todo lo que allí me dice, pero no, es por el hecho de que somos cristianos que podemos hacer todo lo que allí dice. Uno es causa y el otro consecuencia. Somos cristianos, no por como nos comportamos, sino por la obra de Cristo, y esto hace que se refleje en nuestro actuar. Pero no es que por nuestro actuar somos cristianos. Muchas veces dudamos de nuestra salvación porque vemos nuestra vida en vez de ver a Cristo. Como leímos en el pasaje de Hebreos 12, debemos tener los ojos en Cristo, porque la fe viene de Él. Si somos cristianos y dudamos de nuestra salvación es porque nos estamos viendo a nosotros mismos en vez de ver a Cristo, y es cuando vemos a Cristo, que podemos vivir consecuentemente como dice 1° de Juan. Si usted se arrepintió de sus pecados de una forma genuina, y cree que el sacrificio de Cristo salva, entonces Dios a usted lo ha salvado, ya que si no somos salvos es imposible poder ver esa verdad. Entonces a partir de esto, nuestra vida va en un constante proceso de santificación. Y usted quizás dice "Bueno pero ni siquiera estoy seguro si ese arrepentimiento en mí fue verdadero". Bueno ahí lo único que puede hacer es orar, ya que Dios es quien da tanto el arrepentimiento como la convicción. Pero siempre teniendo los ojos puestos en Cristo, y no en nosotros mismo. Examinemos nuestro corazón, no nuestros actos, porque de ser así iríamos todos al infierno. Dios cambia nuestros corazones y a partir de ahí comienza un proceso para cambiar nuestros actos, el cual finalizará cuando Él venga, por eso de este lado de la eternidad, vamos a seguir pecando. Estamos seguros por quién es Él, no por quienes seamos nosotros.
Ahora veamos el otro caso del que hablamos. Muchas veces vemos la vida de otras personas y dudamos si realmente sean salvas o no, ahora ¿está bien hacer esto? Bueno repetidas veces se usa el versículo de mateo 7:20 donde dice "Así que, por sus frutos los conoceréis". Este pasaje, para justificar el dudar de la salvación de una persona, está totalmente sacado de contexto. Si leemos desde el versículo 15, Jesús está hablando, no de todas las personas, sino solamente de los falsos maestros. Dios sabía que se iban a levantar falsos maestros entonces nos deja la manera de distinguirlos, ver sus frutos, ya que estas personas, como vemos luego en Judas y en 2° de Pedro, son utilizadas para desviar a las personas del evangelio y llevarlas al infierno. Muchas veces vemos más la espina en el ojo ajeno que la viga en el nuestro. Creo yo que si todos tuviésemos el sentir de Pablo cuando decía que era el mayor de los pecadores, nadie dudaría de la salvación de nadie. Nótese que cada vez que la Biblia habla sobre examinar de estar en la fe o no, lo dice como una autoexaminación, no como algo para examinar en otros. Si una persona, entiende el verdadero evangelio, pero aún así vemos que no vive una vida de santidad, o que sigue a falsos profetas con sus herejías, lo mejor que podemos hacer en vez de decir que no es salvo, u orar por su salvación, es orar para que Dios le muestre la verdad, ya que sólo Él conoce el corazón. Si oramos para que el Señor le muestre la verdad, entonces Dios, de acuerdo a Su voluntad, le mostrará si no creyó en el verdadero evangelio, o si debe vivir una vida de acuerdo a Cristo, o le mostrará la verdad de la sana doctrina. Ahora si vemos que realmente no entiende el evangelio, pero se dice a sí mismo cristiano, en vez de andar dudando y juzgando, tratemos de enseñarle el evangelio. Si esa persona, en su poco entendimiento ,se había arrepentido y creído en Dios, y ahora ve más en profundidad el evangelio, Gloria a Dios porque un hermano está pudiendo conocer más de su Salvador. Y si la persona no se había arrepentido, Gloria a Dios porque podemos compartir el evangelio con un inconverso para que el Señor lo salve. Nosotros no determinamos si una persona es salva o no, simplemente compartimos el evangelio. Dios es el que tiene la última palabra y quien ve los corazones. En el cielo nos encontraremos como muchas personas que ni nos imaginábamos que podían ser hijos de Dios y no veremos a personas que pensábamos que sí lo eran, eso porque no somos quienes para dudar de la salvación de las personas, Dios solamente sabe. Aún así, está el caso de los pastores y líderes de la iglesia, quienes deben velar porque los hermanos que sirvan y sean miembros, sí sean salvos. Pero esto no lo hacen juzgando su vida, sino viendo si realmente entienden el evangelio, si entienden pero no viven una vida de acuerdo a su profesión, se les exhorta en su comportamiento. Por esto, la tarea de un pastor es sumamente difícil, porque debe velar por sus ovejas. No es que duden de su salvación, porque de vuelta, Dios es el que realmente sabe, pero antes de ser miembro o servir, es mejor estar a cuentas con el Señor, vivir una vida de arrepentimiento, sino Dios y la iglesia nunca serán una prioridad en tu vida.
Concluyendo, ¿dudas de tu salvación? Pon tus ojos en Cristo ¿Dudas de la salvación de alguien? No lo hagas, más bien ora para que Dios le muestra la verdad a esa persona, Dios sabrá cual verdad mostrarle de acuerdo a su corazón. Tengamos todos el sentir de Pablo al vernos como los mayores pecadores y así poder ver en mayor gloria a Cristo.
"Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe..." Hebreos 12:2a
Vamos a ver dos casos en este Blog: Primero el tema de la seguridad de salvación de cada uno, con esto me refiero el hecho de estar seguros de la salvación de uno mismo; y segundo cuando dudamos de que otras personas sean salvas, qué tan bien está esto. Empecemos viéndonos a nosotros mismos. Muchas personas dudan de su salvación por el hecho de que siguen pecando y quizás no ven un cambio muy grande en ese momento en sus vidas. Esto comparando con otras personas que se han convertido y al momento dejaron de ser adictos a las drogas, por dar un ejemplo, muchas veces nos hace pensar sobre si de verdad hemos sido salvos o no. Cuando hablamos de este tema, no podemos dejar de hablar de la primera epístola del apóstol Juan. lo que hace el apóstol en esta carta es una invitación a autoexaminarse uno mismo para ver si realmente es creyente o no. El problema muchas veces es que esto se debe hacer a la luz de toda la Palabra de Dios. Sin duda el creyente debe vivir una vida separado del pecado, pero esto no significa que no peque. Cuando Juan habla de que no practicamos el pecado, muchas veces se dice que se refiere a un hábito. Pero la realidad es que cuando uno lucha contra un pecado, uno cae una y otra vez. Por ejemplo, cuando luchamos con nuestro orgullo, muchas veces caemos en cada posibilidad que hay ¿Cuál entonces es la mejor traducción de esto? Bueno la palabra en el griego original para practicar es "poiéo" que significa más bien causar algo, producirlo. Con esto quiere decir que el que es creyente, no se crea posibilidades para pecar, sí es probable que caiga ante una tentación, pero no va en búsqueda constante de la tentación, sino que trata de alejarse, busca (aunque muchas veces de forma fallida), alejarse del pecado. Sin embargo el no creyente está constantemente buscando posibilidades para pecar. Entonces, no se refiere a pecar una y otra vez, sino a ir en búsqueda del pecado, crear nosotros las oportunidades. A demás, al leer 1° de Juan debemos verlo a la luz de toda la Escritura. Esto por el hecho de que podemos caer en que para ser cristiano tengo que hacer todo lo que allí me dice, pero no, es por el hecho de que somos cristianos que podemos hacer todo lo que allí dice. Uno es causa y el otro consecuencia. Somos cristianos, no por como nos comportamos, sino por la obra de Cristo, y esto hace que se refleje en nuestro actuar. Pero no es que por nuestro actuar somos cristianos. Muchas veces dudamos de nuestra salvación porque vemos nuestra vida en vez de ver a Cristo. Como leímos en el pasaje de Hebreos 12, debemos tener los ojos en Cristo, porque la fe viene de Él. Si somos cristianos y dudamos de nuestra salvación es porque nos estamos viendo a nosotros mismos en vez de ver a Cristo, y es cuando vemos a Cristo, que podemos vivir consecuentemente como dice 1° de Juan. Si usted se arrepintió de sus pecados de una forma genuina, y cree que el sacrificio de Cristo salva, entonces Dios a usted lo ha salvado, ya que si no somos salvos es imposible poder ver esa verdad. Entonces a partir de esto, nuestra vida va en un constante proceso de santificación. Y usted quizás dice "Bueno pero ni siquiera estoy seguro si ese arrepentimiento en mí fue verdadero". Bueno ahí lo único que puede hacer es orar, ya que Dios es quien da tanto el arrepentimiento como la convicción. Pero siempre teniendo los ojos puestos en Cristo, y no en nosotros mismo. Examinemos nuestro corazón, no nuestros actos, porque de ser así iríamos todos al infierno. Dios cambia nuestros corazones y a partir de ahí comienza un proceso para cambiar nuestros actos, el cual finalizará cuando Él venga, por eso de este lado de la eternidad, vamos a seguir pecando. Estamos seguros por quién es Él, no por quienes seamos nosotros.
Ahora veamos el otro caso del que hablamos. Muchas veces vemos la vida de otras personas y dudamos si realmente sean salvas o no, ahora ¿está bien hacer esto? Bueno repetidas veces se usa el versículo de mateo 7:20 donde dice "Así que, por sus frutos los conoceréis". Este pasaje, para justificar el dudar de la salvación de una persona, está totalmente sacado de contexto. Si leemos desde el versículo 15, Jesús está hablando, no de todas las personas, sino solamente de los falsos maestros. Dios sabía que se iban a levantar falsos maestros entonces nos deja la manera de distinguirlos, ver sus frutos, ya que estas personas, como vemos luego en Judas y en 2° de Pedro, son utilizadas para desviar a las personas del evangelio y llevarlas al infierno. Muchas veces vemos más la espina en el ojo ajeno que la viga en el nuestro. Creo yo que si todos tuviésemos el sentir de Pablo cuando decía que era el mayor de los pecadores, nadie dudaría de la salvación de nadie. Nótese que cada vez que la Biblia habla sobre examinar de estar en la fe o no, lo dice como una autoexaminación, no como algo para examinar en otros. Si una persona, entiende el verdadero evangelio, pero aún así vemos que no vive una vida de santidad, o que sigue a falsos profetas con sus herejías, lo mejor que podemos hacer en vez de decir que no es salvo, u orar por su salvación, es orar para que Dios le muestre la verdad, ya que sólo Él conoce el corazón. Si oramos para que el Señor le muestre la verdad, entonces Dios, de acuerdo a Su voluntad, le mostrará si no creyó en el verdadero evangelio, o si debe vivir una vida de acuerdo a Cristo, o le mostrará la verdad de la sana doctrina. Ahora si vemos que realmente no entiende el evangelio, pero se dice a sí mismo cristiano, en vez de andar dudando y juzgando, tratemos de enseñarle el evangelio. Si esa persona, en su poco entendimiento ,se había arrepentido y creído en Dios, y ahora ve más en profundidad el evangelio, Gloria a Dios porque un hermano está pudiendo conocer más de su Salvador. Y si la persona no se había arrepentido, Gloria a Dios porque podemos compartir el evangelio con un inconverso para que el Señor lo salve. Nosotros no determinamos si una persona es salva o no, simplemente compartimos el evangelio. Dios es el que tiene la última palabra y quien ve los corazones. En el cielo nos encontraremos como muchas personas que ni nos imaginábamos que podían ser hijos de Dios y no veremos a personas que pensábamos que sí lo eran, eso porque no somos quienes para dudar de la salvación de las personas, Dios solamente sabe. Aún así, está el caso de los pastores y líderes de la iglesia, quienes deben velar porque los hermanos que sirvan y sean miembros, sí sean salvos. Pero esto no lo hacen juzgando su vida, sino viendo si realmente entienden el evangelio, si entienden pero no viven una vida de acuerdo a su profesión, se les exhorta en su comportamiento. Por esto, la tarea de un pastor es sumamente difícil, porque debe velar por sus ovejas. No es que duden de su salvación, porque de vuelta, Dios es el que realmente sabe, pero antes de ser miembro o servir, es mejor estar a cuentas con el Señor, vivir una vida de arrepentimiento, sino Dios y la iglesia nunca serán una prioridad en tu vida.
Concluyendo, ¿dudas de tu salvación? Pon tus ojos en Cristo ¿Dudas de la salvación de alguien? No lo hagas, más bien ora para que Dios le muestra la verdad a esa persona, Dios sabrá cual verdad mostrarle de acuerdo a su corazón. Tengamos todos el sentir de Pablo al vernos como los mayores pecadores y así poder ver en mayor gloria a Cristo.
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