Hoy en día muchas personas se sienten mal consigo mismos. No viéndose bien a sí mismos y en consecuencia deprimiéndose. Como resultado de esto, muchos predicadores, han cambiado sus sermones por charlas motivacionales para hacer sentir bien a las personas. Hoy veremos qué dice la Biblia al respecto de esto, y los peligros de esas "predicaciones".
"Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero." 1° Timoteo 1:15
Hay un gran peligro con hacer sentir a las personas bien consigo mismas, y es el hecho de que esa persona consecuentemente se sienta buena. Al sentirse una persona bien consigo mismo, se acepta con todos sus errores, esto muchas veces hace que acepte su pecado como parte de sí. Vemos que ese no es el sentir que Pablo tenía de sí mismo. En el pasaje que leímos anteriormente, Pablo dice que él se considera el mayor pecador de todos. Esto no es sentirse bien consigo mismo, sino justamente arrepentido, triste por esto. El peligro de esto es que estos predicadores enseñan que el evangelio hace que nos sintamos bien con nosotros mismos, que es la solución para sentirnos bien. Pero no es lo que vemos en la Biblia. 2° Corintios 7:9-10 dice "Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.". Pablo está hablando aquí de la primer carta a los corintios, la cual temía que fuese dura en un principio, y efectivamente causó tristeza en los corintios. Sin embargo, Pablo dice que se goza en esto; no porque los haya hecho sentir mal, sino porque esa tristeza era reflejo del arrepentimiento que tenían. Según Pablo hay dos tipos de tristezas: La que es según Dios y la que es según el mundo. La tristeza según Dios es la que provoca en nosotros el arrepentimiento que nos lleva a la salvación. Cuando somos confrontados por nuestros pecados, como Pablo lo hizo con los corintios en su primera carta, la respuesta para salvación es entristecernos porque fuimos en contra de Dios, esto es lo que produce un verdadero arrepentimiento. Pero hay otra respuesta ante esto, que es la respuesta del mundo, la cual nos entristece por el hecho de que toca nuestro orgullo, pero no nos lleva a arrepentimiento, sino que nos seguimos enfocando en nosotros mismos. Estos predicadores, al querer hacer sentir bien a las personas, no confrontan a las personas con su pecado, sino que justamente los hace sentir bien consigo mismos. El evangelio no nos hace sentir bien, sino que justamente lo contrario, es ofensivo, nos muestra lo malos que somos, nos entristece por eso; pero Pablo se goza de eso justamente porque eso es lo que nos hace ver a Cristo. Fíjense que el Espíritu Santo, llamado el Consolador por Cristo, ha venido para convencer de pecado, con lo cual causa esa tristeza de la que habla Pablo. No vino a hacernos sentir bien con nosotros mismos, sino a mostrarnos la Verdad, que es la que salva. Con lo cual ¿Se quiere sentir bien consigo mismo? Bueno, le podría decir un montón de cosas, como la famosa frase "Usted es amado tal cual es", pero si usted no es salvo, no debe sentirse bien, ya que está en constante infracción con su Creador, y a Dios no le gusta eso claramente. Por esto, si usted no tiene a Cristo es imposible sentirse bien consigo mismo, más bien debe sentirse triste por su pecado y arrepentirse del mismo.
Ahora, si usted es un hijo de Dios, y está buscando esta respuesta, bueno déjeme decirle que está mal enfocado. Si usted se siente mal consigo mismo, siendo un hijo de Dios, eso significa que usted está enfocándose en sí mismo, en como usted se ve. Sin embargo la Biblia nos dice una y otra vez que no pongamos nuestra mira en las cosas de este mundo, sino en las de arriba. Esto también es aplicable para esto. Si usted está sintiendo esto, trate de reenfocar su mirada. Cuando un hijo de Dios vive su vida viendo constantemente a Cristo, no me importa ni siquiera pensar acerca de mí mismo, sino que pienso en Cristo. Si, Dios nos hizo herederos, hijos de Dios, pero nuestra mirada siempre debe estar en Cristo. Tener un concepto de sí mismo es tener orgullo. Si uno tiene un concepto superior de sí mismo claramente vemos el orgullo en esa persona. Pero si tiene un concepto inferior de sí mismo, también es orgullo, un orgullo negativo; esto porque nos seguimos centrando en nosotros mismos y no vemos a Cristo. Si usted desea profundizar en esto le recomiendo un libro que se llama "La respuesta del espejo" de Timothy Keller.
Concluyendo el gran problema de sentirse bien consigo mismo ni siquiera debería existir, ya que si uno no es creyente, es imposible sentirse bien; y si somos hijos de Dios, no nos debemos enfocar en nosotros sino justamente en Cristo.
"Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero." 1° Timoteo 1:15
Hay un gran peligro con hacer sentir a las personas bien consigo mismas, y es el hecho de que esa persona consecuentemente se sienta buena. Al sentirse una persona bien consigo mismo, se acepta con todos sus errores, esto muchas veces hace que acepte su pecado como parte de sí. Vemos que ese no es el sentir que Pablo tenía de sí mismo. En el pasaje que leímos anteriormente, Pablo dice que él se considera el mayor pecador de todos. Esto no es sentirse bien consigo mismo, sino justamente arrepentido, triste por esto. El peligro de esto es que estos predicadores enseñan que el evangelio hace que nos sintamos bien con nosotros mismos, que es la solución para sentirnos bien. Pero no es lo que vemos en la Biblia. 2° Corintios 7:9-10 dice "Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.". Pablo está hablando aquí de la primer carta a los corintios, la cual temía que fuese dura en un principio, y efectivamente causó tristeza en los corintios. Sin embargo, Pablo dice que se goza en esto; no porque los haya hecho sentir mal, sino porque esa tristeza era reflejo del arrepentimiento que tenían. Según Pablo hay dos tipos de tristezas: La que es según Dios y la que es según el mundo. La tristeza según Dios es la que provoca en nosotros el arrepentimiento que nos lleva a la salvación. Cuando somos confrontados por nuestros pecados, como Pablo lo hizo con los corintios en su primera carta, la respuesta para salvación es entristecernos porque fuimos en contra de Dios, esto es lo que produce un verdadero arrepentimiento. Pero hay otra respuesta ante esto, que es la respuesta del mundo, la cual nos entristece por el hecho de que toca nuestro orgullo, pero no nos lleva a arrepentimiento, sino que nos seguimos enfocando en nosotros mismos. Estos predicadores, al querer hacer sentir bien a las personas, no confrontan a las personas con su pecado, sino que justamente los hace sentir bien consigo mismos. El evangelio no nos hace sentir bien, sino que justamente lo contrario, es ofensivo, nos muestra lo malos que somos, nos entristece por eso; pero Pablo se goza de eso justamente porque eso es lo que nos hace ver a Cristo. Fíjense que el Espíritu Santo, llamado el Consolador por Cristo, ha venido para convencer de pecado, con lo cual causa esa tristeza de la que habla Pablo. No vino a hacernos sentir bien con nosotros mismos, sino a mostrarnos la Verdad, que es la que salva. Con lo cual ¿Se quiere sentir bien consigo mismo? Bueno, le podría decir un montón de cosas, como la famosa frase "Usted es amado tal cual es", pero si usted no es salvo, no debe sentirse bien, ya que está en constante infracción con su Creador, y a Dios no le gusta eso claramente. Por esto, si usted no tiene a Cristo es imposible sentirse bien consigo mismo, más bien debe sentirse triste por su pecado y arrepentirse del mismo.
Ahora, si usted es un hijo de Dios, y está buscando esta respuesta, bueno déjeme decirle que está mal enfocado. Si usted se siente mal consigo mismo, siendo un hijo de Dios, eso significa que usted está enfocándose en sí mismo, en como usted se ve. Sin embargo la Biblia nos dice una y otra vez que no pongamos nuestra mira en las cosas de este mundo, sino en las de arriba. Esto también es aplicable para esto. Si usted está sintiendo esto, trate de reenfocar su mirada. Cuando un hijo de Dios vive su vida viendo constantemente a Cristo, no me importa ni siquiera pensar acerca de mí mismo, sino que pienso en Cristo. Si, Dios nos hizo herederos, hijos de Dios, pero nuestra mirada siempre debe estar en Cristo. Tener un concepto de sí mismo es tener orgullo. Si uno tiene un concepto superior de sí mismo claramente vemos el orgullo en esa persona. Pero si tiene un concepto inferior de sí mismo, también es orgullo, un orgullo negativo; esto porque nos seguimos centrando en nosotros mismos y no vemos a Cristo. Si usted desea profundizar en esto le recomiendo un libro que se llama "La respuesta del espejo" de Timothy Keller.
Concluyendo el gran problema de sentirse bien consigo mismo ni siquiera debería existir, ya que si uno no es creyente, es imposible sentirse bien; y si somos hijos de Dios, no nos debemos enfocar en nosotros sino justamente en Cristo.
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