En el Blog anterior comenzamos a estudiar la vida de Bernabé, un hombre al que Dios utilizó mucho en la Iglesia primitiva. Hoy veremos uno de esos momentos en los que Dios lo utilizó junto con el comienzo de, a mí entender, una de las amistades más fuertes del libro de Hechos: Bernabé y Pablo.
"Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó como Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y como en Damasco había hablado valerosamente den el nombre de Jesús." Hechos 9:27
Hechos 9 nos cuenta la conversión de un hombre que perseguía a la Iglesia en un apóstol de Jesucristo, su nombre es Saulo, conocido posteriormente como el apóstol Pablo. Él venía de matar cristianos, asolar a la iglesia, consentir también en la muerte de Esteban; pero ahora Jesús se le había aparecido y era un hombre nuevo. Había visto la Verdad a los ojos y, como consecuencia, ya no odiaba a la iglesia sino que la amaba. En los versículos 20-22 vemos justamente como Pablo en vez de intentar destruir la iglesia, trataba de construirla mediante la predicación del evangelio de Cristo. Sin embargo, no fue muy bien aceptado, con lo cual en el versículo 26, vemos como va a Jerusalén para intentar integrarse con sus hermanos cristianos. Pero, por los estragos que había causado, y el miedo que había generado entre los cristianos, lo rechazaban. En este feo momento en la vida de Pablo, un momento de soledad, es donde entra Bernabé. Hay una teoría, no comprobada, de que Bernabé había estudiado en la universidad judía de Tarso, de dónde era Pablo, allí lo habría conocido y habría visto como era antes de Cristo. Esto no está comprobado y es extra-bíblico. A demás, pensando en como era Bernabé (lo cual vimos en el blog anterior), es factible pensar en que él simplemente le creyó e intentó consolarlo en este momento. Sea como sea, Bernabé se arriesgó y le creyó al ex perseguidor de la iglesia llamado Saulo. Creyó a su vez en lo poderoso del obrar del evangelio en una persona, suficiente como para cambiar a una persona en tal manera. Bernabé puso en juego, no sólo su reputación ante los apóstoles, sino también a la iglesia misma, ya que Saulo podía ser un infiltrado. Pero, al escuchar la historia de Pablo, vio como totalmente posible esto y dio testimonio delante de los apóstoles de que sí era un hermano. Imagínense lo que debió causar esto en el corazón de Pablo, de estar completamente solo, alguien se le acerca, lo escucha, y se pone como defensor del mismo delante de los principales de la iglesia. El corazón de Bernabé y la confianza que tenía en el poder del evangelio es algo admirable.
La historia de esta amistad continúa en el capítulo 11, ya no en Jerusalén sino en Antioquía. Vemos en este capítulo el inicio de la Iglesia en esta ciudad. Muchos judíos, a causa de la persecución que había en Jerusalén huyeron a otras ciudades, es esto lo que Dios utilizó para que se comenzasen iglesias en otras partes del mundo. Vemos en el versículo 19 que los que huían les predicaban solamente a los judíos, sin embargo, en Antioquía, los judíos que allí habían huido les predicaban a los griegos que allí habitaban. Con esto se dio inicio a una iglesia muy diferente de las que ahora se veían, hasta ahora la mayoría de las iglesias eran en sinagogas donde habían judíos convertidos. El único caso diferente es en la casa de Cornelio en el capítulo 10. Pero ahora, en Antioquía se fundaba una iglesia conformada tanto por judíos como por griegos. Cuando esta noticia llegó a los oídos de la iglesia en Jerusalén, decidieron que debían mandar alguien para que los guiase en sus inicios y envían a Bernabé. Recordemos que él era uno de los principales de la sinagoga de Chipre, con lo cual tenía experiencia en dirigir congregaciones, a demás de lo que vimos en el blog anterior sobre como destacaba en él su habla, la exhortación y consolación. A parte en el versículo 24 vemos algo esencial de por qué lo enviaron, dice que "era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe", algo sin duda crucial para alguien que dirige una congregación. En el momento que llegó dice que exhortó a permanecer fieles al Señor, algo que en ese momento de persecución era de suma importancia recordar y animar a hacerlo; y justamente Bernabé era el indicado para hacer esto. Vemos como Dios lo utilizó para expandir la obra allí, y en el versículo 25 vemos una decisión un tanto arriesgada por parte de Bernabé. En una iglesia donde habían personas que habían huido de la persecución a los cristianos, mandó a llamar a Pablo, alguien que antes de Cristo todos lo conocían como el perseguidor de la iglesia. Con esto sin duda, Bernabé termina de demostrar por completo su confianza en Pablo. Probablemente él estuviese oculto en algún lado ya que era el punto de mira de los judíos y habían cristianos que seguían dudando de él, pero Bernabé lo manda a llamar igual. Con esto, no sólo les demuestra a los hermanos en Antioquía que Dios utilizaba la persecución para Su gloria, sino que también lo estaba animando a Pablo a comenzar con su ministerio, algo quizás más fácil de hacer en una iglesia con gentiles que necesitaban alguien instruido en las Escrituras y no le tenían resentimiento a Pablo. Vemos igualmente en el versículo siguiente que Pablo fue totalmente aceptado en la iglesia, se congregaba y enseñaba allí junto con Bernabé.
Concluyendo, Bernabé tomó a Pablo a su lado, lo puso a servir junto con él, y lo animaba en su ministerio. No vio su pasado, sino la obra redentora de Cristo en él. Esto es algo que se debe hacer, tanto en el discipulado, como en las amistades. Bernabé es un claro ejemplo de alguien que busca el crecimiento de los hermanos, importándole el presente y no su pasado. Ojalá muchos podamos ser como él, ver a Cristo de tal manera en las personas y animarlas en su vida cristiana.
"Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó como Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y como en Damasco había hablado valerosamente den el nombre de Jesús." Hechos 9:27
Hechos 9 nos cuenta la conversión de un hombre que perseguía a la Iglesia en un apóstol de Jesucristo, su nombre es Saulo, conocido posteriormente como el apóstol Pablo. Él venía de matar cristianos, asolar a la iglesia, consentir también en la muerte de Esteban; pero ahora Jesús se le había aparecido y era un hombre nuevo. Había visto la Verdad a los ojos y, como consecuencia, ya no odiaba a la iglesia sino que la amaba. En los versículos 20-22 vemos justamente como Pablo en vez de intentar destruir la iglesia, trataba de construirla mediante la predicación del evangelio de Cristo. Sin embargo, no fue muy bien aceptado, con lo cual en el versículo 26, vemos como va a Jerusalén para intentar integrarse con sus hermanos cristianos. Pero, por los estragos que había causado, y el miedo que había generado entre los cristianos, lo rechazaban. En este feo momento en la vida de Pablo, un momento de soledad, es donde entra Bernabé. Hay una teoría, no comprobada, de que Bernabé había estudiado en la universidad judía de Tarso, de dónde era Pablo, allí lo habría conocido y habría visto como era antes de Cristo. Esto no está comprobado y es extra-bíblico. A demás, pensando en como era Bernabé (lo cual vimos en el blog anterior), es factible pensar en que él simplemente le creyó e intentó consolarlo en este momento. Sea como sea, Bernabé se arriesgó y le creyó al ex perseguidor de la iglesia llamado Saulo. Creyó a su vez en lo poderoso del obrar del evangelio en una persona, suficiente como para cambiar a una persona en tal manera. Bernabé puso en juego, no sólo su reputación ante los apóstoles, sino también a la iglesia misma, ya que Saulo podía ser un infiltrado. Pero, al escuchar la historia de Pablo, vio como totalmente posible esto y dio testimonio delante de los apóstoles de que sí era un hermano. Imagínense lo que debió causar esto en el corazón de Pablo, de estar completamente solo, alguien se le acerca, lo escucha, y se pone como defensor del mismo delante de los principales de la iglesia. El corazón de Bernabé y la confianza que tenía en el poder del evangelio es algo admirable.
La historia de esta amistad continúa en el capítulo 11, ya no en Jerusalén sino en Antioquía. Vemos en este capítulo el inicio de la Iglesia en esta ciudad. Muchos judíos, a causa de la persecución que había en Jerusalén huyeron a otras ciudades, es esto lo que Dios utilizó para que se comenzasen iglesias en otras partes del mundo. Vemos en el versículo 19 que los que huían les predicaban solamente a los judíos, sin embargo, en Antioquía, los judíos que allí habían huido les predicaban a los griegos que allí habitaban. Con esto se dio inicio a una iglesia muy diferente de las que ahora se veían, hasta ahora la mayoría de las iglesias eran en sinagogas donde habían judíos convertidos. El único caso diferente es en la casa de Cornelio en el capítulo 10. Pero ahora, en Antioquía se fundaba una iglesia conformada tanto por judíos como por griegos. Cuando esta noticia llegó a los oídos de la iglesia en Jerusalén, decidieron que debían mandar alguien para que los guiase en sus inicios y envían a Bernabé. Recordemos que él era uno de los principales de la sinagoga de Chipre, con lo cual tenía experiencia en dirigir congregaciones, a demás de lo que vimos en el blog anterior sobre como destacaba en él su habla, la exhortación y consolación. A parte en el versículo 24 vemos algo esencial de por qué lo enviaron, dice que "era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe", algo sin duda crucial para alguien que dirige una congregación. En el momento que llegó dice que exhortó a permanecer fieles al Señor, algo que en ese momento de persecución era de suma importancia recordar y animar a hacerlo; y justamente Bernabé era el indicado para hacer esto. Vemos como Dios lo utilizó para expandir la obra allí, y en el versículo 25 vemos una decisión un tanto arriesgada por parte de Bernabé. En una iglesia donde habían personas que habían huido de la persecución a los cristianos, mandó a llamar a Pablo, alguien que antes de Cristo todos lo conocían como el perseguidor de la iglesia. Con esto sin duda, Bernabé termina de demostrar por completo su confianza en Pablo. Probablemente él estuviese oculto en algún lado ya que era el punto de mira de los judíos y habían cristianos que seguían dudando de él, pero Bernabé lo manda a llamar igual. Con esto, no sólo les demuestra a los hermanos en Antioquía que Dios utilizaba la persecución para Su gloria, sino que también lo estaba animando a Pablo a comenzar con su ministerio, algo quizás más fácil de hacer en una iglesia con gentiles que necesitaban alguien instruido en las Escrituras y no le tenían resentimiento a Pablo. Vemos igualmente en el versículo siguiente que Pablo fue totalmente aceptado en la iglesia, se congregaba y enseñaba allí junto con Bernabé.
Concluyendo, Bernabé tomó a Pablo a su lado, lo puso a servir junto con él, y lo animaba en su ministerio. No vio su pasado, sino la obra redentora de Cristo en él. Esto es algo que se debe hacer, tanto en el discipulado, como en las amistades. Bernabé es un claro ejemplo de alguien que busca el crecimiento de los hermanos, importándole el presente y no su pasado. Ojalá muchos podamos ser como él, ver a Cristo de tal manera en las personas y animarlas en su vida cristiana.
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