Hoy continuamos con nuestra serie acerca de Bernabé y vamos a ver como junto a Pablo emprenden su primer viaje misionero.
"Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado." Hechos 13:2
Ciertamente un pasaje muy conocido, y creo yo el corazón de las misiones en la Biblia. Ya hemos hablado igualmente de lo que son las misiones bíblicas, así que no tocaremos mucho el tema en este blog, para leerlo pueden ir al blog 14. Como vimos en el anterior blog, Bernabé había llevado consigo a Pablo a servir con él en la recién fundada iglesia de Antioquía. El capítulo 13 entonces empieza mostrando lo que ellos estaban haciendo en esa iglesia: estaban ministrando. La palabra en el original es "leitourgéo" (de donde viene la palabra liturgia), la cual viene de Atenas y era ejercer un oficio público, dar un servicio. Traducido al contexto de iglesia, estos hombres de Dios estaban pastoreando la iglesia. Algo importante también de destacar de esta palabra es que habla de el cumplimiento de una función, pero para nada un trabajo como tal, sino más bien un servicio. Entonces podemos ver que Bernabé estaba haciendo buen uso, dentro de la iglesia, de los dones que Dios le había dado. Esto es algo a lo que debemos aspirar hacer cada cristiano. El pasaje continúa y llega la intervención del Espíritu Santo que pide al resto de ministros que estaban con ellos dos, que los aparten para la obra a la que los ha llamado. Esta palabra "Apartadme" en el original es la palabra "aforízo", la cual significa literalmente apartar o excluir, hacer a un lado, pero con límites. Y aquí es donde vemos un concepto importante de las misiones: el misionero no se desliga en ningún momento de su iglesia. Esto significa que los pastores de esta iglesia siguen siendo la autoridad de este misionero y también que debe rendir cuenta de su ministerio. A su vez nótese que el Espíritu Santo no eligió a cualquier persona, eligió a dos que ya estaban ministrando en Antioquía. Esto nos marca que el misionero debe cumplir los requisitos de un ministro para poder ser encomendado, ya que como vimos en el blog de las misiones, el misionero no simplemente va a evangelizar a lugares, sino que va a fundar iglesias, lo cual hacían Bernabé y Pablo. También es importante recalcar que el que primeramente encomienda a los ministros es el Espíritu Santo, Él es el que los llama.
Luego vemos que comienzan su viaje junto con un equipo, entre los cuales estaba Juan Marcos, y comenzaron a recorrer sinagogas. Pero ya en el primer lugar donde van a ministrar vemos que hay oposición, a la cual Pablo reprende en gran manera. Imagino que debe ser desmotivador el hecho de que el primer viaje que hagan comience con este tipo de oposición, pero Bernabé y Pablo siguieron igualmente, no así Juan Marcos que volvió a Jerusalén. Luego van a la sinagoga de Antioquía de Pisidia. Allí los principales de la sinagoga les pidieron a Bernabé y Pablo que compartiesen algo. Recordemos que Pablo era un referente judío, ex miembro del Sanedrín y hasta discípulo de uno de los más grandes maestros judíos: Gamaliel. A su vez Bernabé era levita y ministro importante de Chipre, con lo cual es lógico que les pidiesen compartir algo en su reunión. Es interesante también que Bernabé durante el viaje misionero para a un segundo plano, por así decirlo, ya que el que habla es principalmente Pablo. Si bien Bernabé era el que en un principio había dirigido e integrado a Pablo, él reconocía como Dios había capacitado a este hombre y deja que sea Pablo el que habla. Bernabé tranquilamente podía decir que hablaría él, ya que estaba capacitado para hacerlo y era él quién lo había estado dirigiendo a Pablo. Pero Bernabé entendió que lo principal es que Cristo sea proclamado de la mejor manera, entonces él mengua para que Cristo sea glorificado quizás en una mayor manera. Estoy seguro igualmente que si bien el que hablaba era Pablo, Dios utilizó en gran manera a Bernabé para animarlo durante este viaje, ya que era su don. Al final del capítulo 13 entonces vemos el momento en que Bernabé y Pablo entienden el llamado del que hablaba el Espíritu al principio del capítulo, este era ser misioneros hacia los gentiles. Nótese como el viaje misionero ya había comenzado, y recién habían entendido el llamado del Espíritu. Esto nos hace ver la dependencia enorme que tenían en Dios, ya que no sabían bien lo que iban a hacer, simplemente sabían que Dios los había encomendado. Muchas veces es necesario que comencemos, que demos el primer paso de fe, de dependencia a Dios, para que así Él nos muestre nuestro llamado. Algo importante también es el hecho de que este llamado estaba respaldado por la Palabra de Dios (13:47), esto creo que es lo más importante para comprender nuestro llamado.
El viaje misionero continua en el capítulo 14 y vemos que tuvieron muchos altos y bajos. Por un lado los judíos que no paraban de perseguirlos, y hasta llegaron a apedrear a Pablo; y por otro los gentiles que creyeron que eran dioses por los milagros que Dios hacían a través de ellos. A pesar de estar dificultades, ellos seguían compartiendo el evangelio y más personas venían a Cristo. Al final del capítulo 14 vemos que los defienden unos discípulos de Cristo del maltrato de los judíos. Estos judíos eran probablemente personas que se habían convertido a través de la predicación de Bernabé y Pablo y luego habían estado siendo instruidos por ellos dos. Básicamente el comienzo de una iglesia. Al final del capítulo vemos que vuelven a la Iglesia de Antioquía a rendir cuentas de lo que había sido su primer viaje, donde vemos que no hizo falta hablar de las persecuciones porque no importaba, simplemente contaban como Dios se había glorificado por medio de la predicación de la Palabra y como muchos, incluyendo gentiles, habían llegado a Cristo.
Este viaje es un gran ejemplo para nosotros, no por la persecución, porque es probable que nunca la vivamos como ellos, sino por como pusieron lo que importaba primero y siempre tuvieron en cuenta, con cada decisión, que Dios los había llamado para una tarea. Fijate en la Biblia, Dios nos encomendó muchas tareas a nosotros también, evangelizar, orar sin cesar, hacer discípulos, etc. Con cada una de las cosas que Dios nos manda a hacer, tratemos de ser como Bernabé y Pablo y fijar nuestra vista en que lo estamos haciendo para el Señor
"Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado." Hechos 13:2
Ciertamente un pasaje muy conocido, y creo yo el corazón de las misiones en la Biblia. Ya hemos hablado igualmente de lo que son las misiones bíblicas, así que no tocaremos mucho el tema en este blog, para leerlo pueden ir al blog 14. Como vimos en el anterior blog, Bernabé había llevado consigo a Pablo a servir con él en la recién fundada iglesia de Antioquía. El capítulo 13 entonces empieza mostrando lo que ellos estaban haciendo en esa iglesia: estaban ministrando. La palabra en el original es "leitourgéo" (de donde viene la palabra liturgia), la cual viene de Atenas y era ejercer un oficio público, dar un servicio. Traducido al contexto de iglesia, estos hombres de Dios estaban pastoreando la iglesia. Algo importante también de destacar de esta palabra es que habla de el cumplimiento de una función, pero para nada un trabajo como tal, sino más bien un servicio. Entonces podemos ver que Bernabé estaba haciendo buen uso, dentro de la iglesia, de los dones que Dios le había dado. Esto es algo a lo que debemos aspirar hacer cada cristiano. El pasaje continúa y llega la intervención del Espíritu Santo que pide al resto de ministros que estaban con ellos dos, que los aparten para la obra a la que los ha llamado. Esta palabra "Apartadme" en el original es la palabra "aforízo", la cual significa literalmente apartar o excluir, hacer a un lado, pero con límites. Y aquí es donde vemos un concepto importante de las misiones: el misionero no se desliga en ningún momento de su iglesia. Esto significa que los pastores de esta iglesia siguen siendo la autoridad de este misionero y también que debe rendir cuenta de su ministerio. A su vez nótese que el Espíritu Santo no eligió a cualquier persona, eligió a dos que ya estaban ministrando en Antioquía. Esto nos marca que el misionero debe cumplir los requisitos de un ministro para poder ser encomendado, ya que como vimos en el blog de las misiones, el misionero no simplemente va a evangelizar a lugares, sino que va a fundar iglesias, lo cual hacían Bernabé y Pablo. También es importante recalcar que el que primeramente encomienda a los ministros es el Espíritu Santo, Él es el que los llama.
Luego vemos que comienzan su viaje junto con un equipo, entre los cuales estaba Juan Marcos, y comenzaron a recorrer sinagogas. Pero ya en el primer lugar donde van a ministrar vemos que hay oposición, a la cual Pablo reprende en gran manera. Imagino que debe ser desmotivador el hecho de que el primer viaje que hagan comience con este tipo de oposición, pero Bernabé y Pablo siguieron igualmente, no así Juan Marcos que volvió a Jerusalén. Luego van a la sinagoga de Antioquía de Pisidia. Allí los principales de la sinagoga les pidieron a Bernabé y Pablo que compartiesen algo. Recordemos que Pablo era un referente judío, ex miembro del Sanedrín y hasta discípulo de uno de los más grandes maestros judíos: Gamaliel. A su vez Bernabé era levita y ministro importante de Chipre, con lo cual es lógico que les pidiesen compartir algo en su reunión. Es interesante también que Bernabé durante el viaje misionero para a un segundo plano, por así decirlo, ya que el que habla es principalmente Pablo. Si bien Bernabé era el que en un principio había dirigido e integrado a Pablo, él reconocía como Dios había capacitado a este hombre y deja que sea Pablo el que habla. Bernabé tranquilamente podía decir que hablaría él, ya que estaba capacitado para hacerlo y era él quién lo había estado dirigiendo a Pablo. Pero Bernabé entendió que lo principal es que Cristo sea proclamado de la mejor manera, entonces él mengua para que Cristo sea glorificado quizás en una mayor manera. Estoy seguro igualmente que si bien el que hablaba era Pablo, Dios utilizó en gran manera a Bernabé para animarlo durante este viaje, ya que era su don. Al final del capítulo 13 entonces vemos el momento en que Bernabé y Pablo entienden el llamado del que hablaba el Espíritu al principio del capítulo, este era ser misioneros hacia los gentiles. Nótese como el viaje misionero ya había comenzado, y recién habían entendido el llamado del Espíritu. Esto nos hace ver la dependencia enorme que tenían en Dios, ya que no sabían bien lo que iban a hacer, simplemente sabían que Dios los había encomendado. Muchas veces es necesario que comencemos, que demos el primer paso de fe, de dependencia a Dios, para que así Él nos muestre nuestro llamado. Algo importante también es el hecho de que este llamado estaba respaldado por la Palabra de Dios (13:47), esto creo que es lo más importante para comprender nuestro llamado.
El viaje misionero continua en el capítulo 14 y vemos que tuvieron muchos altos y bajos. Por un lado los judíos que no paraban de perseguirlos, y hasta llegaron a apedrear a Pablo; y por otro los gentiles que creyeron que eran dioses por los milagros que Dios hacían a través de ellos. A pesar de estar dificultades, ellos seguían compartiendo el evangelio y más personas venían a Cristo. Al final del capítulo 14 vemos que los defienden unos discípulos de Cristo del maltrato de los judíos. Estos judíos eran probablemente personas que se habían convertido a través de la predicación de Bernabé y Pablo y luego habían estado siendo instruidos por ellos dos. Básicamente el comienzo de una iglesia. Al final del capítulo vemos que vuelven a la Iglesia de Antioquía a rendir cuentas de lo que había sido su primer viaje, donde vemos que no hizo falta hablar de las persecuciones porque no importaba, simplemente contaban como Dios se había glorificado por medio de la predicación de la Palabra y como muchos, incluyendo gentiles, habían llegado a Cristo.
Este viaje es un gran ejemplo para nosotros, no por la persecución, porque es probable que nunca la vivamos como ellos, sino por como pusieron lo que importaba primero y siempre tuvieron en cuenta, con cada decisión, que Dios los había llamado para una tarea. Fijate en la Biblia, Dios nos encomendó muchas tareas a nosotros también, evangelizar, orar sin cesar, hacer discípulos, etc. Con cada una de las cosas que Dios nos manda a hacer, tratemos de ser como Bernabé y Pablo y fijar nuestra vista en que lo estamos haciendo para el Señor
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