Llegamos al final de nuestra serie sobre Bernabé. Hoy veremos como Bernabé y Pablo defienden a la iglesia en la que estaban de una falsa doctrina y como al final terminan separando sus caminos.
Hechos 15 nos muestra lo última oportunidad e la que se nos habla de Bernabé. Si bien hay otras veces que Pablo lo menciona en sus cartas, son simplemente menciones, qué igualmente nos hacen ver que Bernabé, con algún tropiezo mencionado en Gálatas, continuó bien la carrera. En el comienzo del capítulo vemos que estaban empezando a surgir problemas en la Iglesia de Antioquía, probablemente estos habían empezado a surgir mientras Bernabé y Pablo estaban en su viaje misionero. Resulta que se estaban levantando personas en la iglesia, a quién luego conoceremos con la etiqueta de judaizantes, que querían obligar a los gentiles a circuncidarse y cumplir la ley de Moisés. Esta doctrina totalmente errada quería sumar las obras de la ley judía a la salvación, algo que luego llegó a la Iglesia de los gálatas y Pablo va a refutar durante toda su carta. Pero en este momento, ya que Bernabé y Pablo estaban allí, comenzaron a discutir con estos judaizantes, llegando a formar una disputa de tal magnitud que citaron a Bernabé y Pablo a Jerusalén para hablar al respecto con los apóstoles y los principales de la Iglesia tales como Jacobo, el medio hermano de Jesús cuyas palabras, inspiradas por el Espíritu, son las que leemos en el libro de Santiago. Este encuentro en Jerusalén fue conocido como el concilio de Jerusalén y principalmente se centró en defender a la Iglesia de esta nueva falsa doctrina que estaba surgiendo. Bernabé y Pablo no fueron citados como para ser castigados por armar semejante discusión contra los judaizantes, ya que vemos que cada uno de los que habla en el concilio tienen la misma opinión que ellos y en ningún lado lo reprenden. Ellos fueron como testigos de lo que Dios estaba haciendo con los gentiles sin hacerlos cumplir las obras de la ley (versículo 12), y también para ayudarlos en este gran problema que estaban teniendo allí. Terminado el concilio, se decidió que Bernabé y Pablo volviesen con una carta a su vez respaldada por dos hombres más: Silas, quién veremos más adelante lado a lado con Pablo, y Judas. En la carta básicamente respaldaba la opinión de Bernabé y Pablo diciendo que no hacía falta ponerse la gran carga de cumplir con la ley, simplemente había que apartarse del pecado. Esto lo hicieron para poder callar a los judaizantes y para darles a su vez la autoridad a Bernabé y a Pablo en esa iglesia.
Finalizado el problema de los judaizantes, Pablo le sugirió a Bernabé de volver a visitar aquellas iglesias en las que estuvieron en su primer viaje misionero. A él le encantó la idea pero quiso llevar consigo a Juan Marcos, quien, si no se acuerdan, en Hechos 13:13 ante el primer problema se separó del viaje y volvió a Jerusalén. Esto a Pablo no le parecía, no quería llevar a alguien que los pudiese abandonar de nuevo, y la verdad es un buen argumento. Pero Bernabé, haciendo buen uso de su don una vez más vio algo en Juan Marcos, no se quedó con su pasado sino que vio quién podía llegar a ser, lo mismo que hizo con Pablo cuando nadie lo aceptaba. El ministerio de restauración que tenía Bernabé era impresionante. Al final estos dos amigos se separan, pero esta no fue una separación con enojos sino amistosa ¿Cómo sabemos esto? Bueno porque en vez de Pablo decir "Bueno no, entonce voy yo a hacer todo el viaje", ellos dos se repartieron el viaje para que cada uno pudiese ir a algún lado a hacer la obra.
Para finalizar tenemos dos referencias más a Bernabé. La primera está en Gálatas, donde Pablo nos cuenta el episodio del concilio en el capítulo 2 y dónde a su vez vemos que todavía habían algunas influencias judaizantes en Antioquía. Tal fue así que tanto Pedro como Bernabé fueron reprendidos por Pablo por su hipocresía para con los judaizantes. Esto nos hace pensar justamente que debemos velar por no caer en falsas doctrinas ya que cualquiera puede caer en algo así. La segunda mención que tenemos es en Colosenses 4:10, donde simplemente se lo menciona como que era el tío de Juan Marcos. Lo importante igualmente de este versículo es que Pablo recomienda a Juan Marcos después de la disputa que tuvieron con Bernabé. Aquí hay dos opciones: o bien Pablo estaba equivocado en su juicio para con Juan Marcos en un principio y Bernabé vio lo bueno de él; o Pablo estaba en lo cierto pero Bernabé lo tomó para restaurarlo y Juan Marcos cambió de tal forma que llegó a ser alguien de confianza para Pablo. Sea lo que sea que haya pasado, creo que es importante recalcar este acontecimiento, ya que nos muestra en su máxima expresión ese corazón que tenía Bernabé por buscar el bien en las otras personas. Esto no significa ser light con la persona, sino justamente si hay algún problema restaurarlo, exhortarlo y consolarlo. Esta era la misión y el ejemplo de Bernabé, aquel que tomó a Pablo y a Juan Marcos para animarlos para la Gloria de Dios en Su obra.
Hechos 15 nos muestra lo última oportunidad e la que se nos habla de Bernabé. Si bien hay otras veces que Pablo lo menciona en sus cartas, son simplemente menciones, qué igualmente nos hacen ver que Bernabé, con algún tropiezo mencionado en Gálatas, continuó bien la carrera. En el comienzo del capítulo vemos que estaban empezando a surgir problemas en la Iglesia de Antioquía, probablemente estos habían empezado a surgir mientras Bernabé y Pablo estaban en su viaje misionero. Resulta que se estaban levantando personas en la iglesia, a quién luego conoceremos con la etiqueta de judaizantes, que querían obligar a los gentiles a circuncidarse y cumplir la ley de Moisés. Esta doctrina totalmente errada quería sumar las obras de la ley judía a la salvación, algo que luego llegó a la Iglesia de los gálatas y Pablo va a refutar durante toda su carta. Pero en este momento, ya que Bernabé y Pablo estaban allí, comenzaron a discutir con estos judaizantes, llegando a formar una disputa de tal magnitud que citaron a Bernabé y Pablo a Jerusalén para hablar al respecto con los apóstoles y los principales de la Iglesia tales como Jacobo, el medio hermano de Jesús cuyas palabras, inspiradas por el Espíritu, son las que leemos en el libro de Santiago. Este encuentro en Jerusalén fue conocido como el concilio de Jerusalén y principalmente se centró en defender a la Iglesia de esta nueva falsa doctrina que estaba surgiendo. Bernabé y Pablo no fueron citados como para ser castigados por armar semejante discusión contra los judaizantes, ya que vemos que cada uno de los que habla en el concilio tienen la misma opinión que ellos y en ningún lado lo reprenden. Ellos fueron como testigos de lo que Dios estaba haciendo con los gentiles sin hacerlos cumplir las obras de la ley (versículo 12), y también para ayudarlos en este gran problema que estaban teniendo allí. Terminado el concilio, se decidió que Bernabé y Pablo volviesen con una carta a su vez respaldada por dos hombres más: Silas, quién veremos más adelante lado a lado con Pablo, y Judas. En la carta básicamente respaldaba la opinión de Bernabé y Pablo diciendo que no hacía falta ponerse la gran carga de cumplir con la ley, simplemente había que apartarse del pecado. Esto lo hicieron para poder callar a los judaizantes y para darles a su vez la autoridad a Bernabé y a Pablo en esa iglesia.
Finalizado el problema de los judaizantes, Pablo le sugirió a Bernabé de volver a visitar aquellas iglesias en las que estuvieron en su primer viaje misionero. A él le encantó la idea pero quiso llevar consigo a Juan Marcos, quien, si no se acuerdan, en Hechos 13:13 ante el primer problema se separó del viaje y volvió a Jerusalén. Esto a Pablo no le parecía, no quería llevar a alguien que los pudiese abandonar de nuevo, y la verdad es un buen argumento. Pero Bernabé, haciendo buen uso de su don una vez más vio algo en Juan Marcos, no se quedó con su pasado sino que vio quién podía llegar a ser, lo mismo que hizo con Pablo cuando nadie lo aceptaba. El ministerio de restauración que tenía Bernabé era impresionante. Al final estos dos amigos se separan, pero esta no fue una separación con enojos sino amistosa ¿Cómo sabemos esto? Bueno porque en vez de Pablo decir "Bueno no, entonce voy yo a hacer todo el viaje", ellos dos se repartieron el viaje para que cada uno pudiese ir a algún lado a hacer la obra.
Para finalizar tenemos dos referencias más a Bernabé. La primera está en Gálatas, donde Pablo nos cuenta el episodio del concilio en el capítulo 2 y dónde a su vez vemos que todavía habían algunas influencias judaizantes en Antioquía. Tal fue así que tanto Pedro como Bernabé fueron reprendidos por Pablo por su hipocresía para con los judaizantes. Esto nos hace pensar justamente que debemos velar por no caer en falsas doctrinas ya que cualquiera puede caer en algo así. La segunda mención que tenemos es en Colosenses 4:10, donde simplemente se lo menciona como que era el tío de Juan Marcos. Lo importante igualmente de este versículo es que Pablo recomienda a Juan Marcos después de la disputa que tuvieron con Bernabé. Aquí hay dos opciones: o bien Pablo estaba equivocado en su juicio para con Juan Marcos en un principio y Bernabé vio lo bueno de él; o Pablo estaba en lo cierto pero Bernabé lo tomó para restaurarlo y Juan Marcos cambió de tal forma que llegó a ser alguien de confianza para Pablo. Sea lo que sea que haya pasado, creo que es importante recalcar este acontecimiento, ya que nos muestra en su máxima expresión ese corazón que tenía Bernabé por buscar el bien en las otras personas. Esto no significa ser light con la persona, sino justamente si hay algún problema restaurarlo, exhortarlo y consolarlo. Esta era la misión y el ejemplo de Bernabé, aquel que tomó a Pablo y a Juan Marcos para animarlos para la Gloria de Dios en Su obra.
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