Continuamos con nuestro estudio a la carta de Judas, y hoy, llegando a la mitad de la epístola, veremos la realidad de las falsas doctrinas y los falsos maestros. En los versículos que veremos hoy, Judas describe una doctrina errado que hoy en día la conocemos como el evangelio de la prosperidad y muestra la verdadera cara de los que llevan esta herejía.
"11 ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.
12 Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
13 fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas."
Judas empezará esta sección con una expresión típica de los profetas del Antiguo Testamento: "¡Ay de ellos!". Esta expresión marca que para aquellas personas vendría un juicio muy grande por parte de Dios, el cual es descrito al final del versículo 13. A continuación Judas nos mostrará a través de 3 ejemplos el grave error en el que se encuentran estos falsos maestros. Primero a través del error de Caín que, si bien sabía como debían ser los sacrificios para Jehová, decidió hacerlos a su manera. En vez de ofrecer sacrificios de sangre para Dios, los hizo de sus vegetales. De esta misma forma, los falsos maestros conocen la Palabra de Dios, pero la interpretan a su manera, errando en gran forma. Luego mostrará otro grave error a través del ejemplo de Balaam. A Balaam le fue encomendada la tarea de maldecir a Israel por el rey de Moab, Balac. Sin embargo, Dios no lo dejó y este bendijo a Israel, pero para recibir igualmente el dinero que Balac le iba a pagar, le dijo como hacer para destruir al pueblo de Dios. De esta misma manera, muchos falsos maestros dejan la verdad para poder tener una recompensa terrenal, predicando así lo que la gente quiere escuchar y llenando sus propios bolsillos con las ofrendas de personas engañadas. Por último, Judas nos marca el error de los falsos maestros a través del ejemplo de Coré, quién se reveló contra aquellos que tenían la Palabra de Dios (Moisés y Aarón) para hacer su propia voluntad. De esta manera, los falsos maestros se revelan contra la Palabra de Dios al predicar lo que ellos quieren, y al igual que Coré, arrastran a muchos a su error.
Luego de mostrar el error en el que caen los falsos maestros, Judas los va a desenmascarar y decir lo que realmente son. Primero dice que son "manchas en vuestros ágapes". Los ágapes eran momentos en las reuniones de las iglesias donde se tomaba la Santa Cena y luego tenían un banquete de comunión entre los hermanos. La traducción de la palabra "manchas" no es del todo correcta, ya que la palabra en el original ("spilas") se traduce como arrecife. Cuando uno navega debe tener mucho cuidado, ya que los arrecifes, que no se ven desde los barcos muchas veces, pueden hacer que la nave quede encallada o se rompa en ese lugar. Con esto en mente, los falsos maestros son personas que por ahí no vemos en nuestra comunión dentro de la iglesia, pero son muy peligrosos para la misma. Luego Judas dice que son "nubes sin agua". En Israel, cuando se veían nubes traía esperanza de que lloviese y de esta forma pudiese regar los cultivos, algo muy necesario en una zona desierta como es Israel. Sin embargo, una nube sin agua, trae esperanza pero nunca llueve, y luego es llevada por el viento, haciendo que se pierda esa esperanza y trayendo preocupación. De esta manera, los falsos maestros les dan esperanza a las personas, ya sea de una vida mejor, de prosperidad, o de que sus problemas se solucionarán, pero luego esto es llevado por el viento y nunca pasa nada, quedando las personas sin esperanza y muchas veces hasta enojadas con Dios. Después dice que son "árboles otoñales". Un árbol en otoño carece de hojas y no tiene fruto, parece muerto. Sin embargo, Judas agrega "dos veces muertos y desarraigados". Esto podría decirnos que no volverá a tener hojas y dar frutos en la siguiente primavera, con lo cual nadie podrá alimentarse de él y llevará más muerte. De esta forma, el "ministerio" de estas personas, no da ningún fruto real, y a todo lo que conduce es a la muerte eterna ya que no está el evangelio en ellos.
En el versículo 13, Judas los va a desenmascarar con dos ejemplos más de la naturaleza. Primero con las olas del mar, si bien poderosas, una vez que rompen son pura espuma que llega a la orilla. Los falsos maestros se hacen ver poderosos prometiendo grandes cosas e ilusionando a las personas. Pero una vez que esa ilusión se rompe, podemos ver que todo lo que decían no venía de Dios, y allí queda al descubierto su vergüenza. Por último dice que son "estrellas errantes". Esto habla de meteoritos o estrellas fugases, estas no siguen una órbita tal cual, sino que vagan por el espacio. De esta forma, lo que dicen los falsos maestros no tiene congruencia. A demás, en la antigüedad usaban las estrellas para guiarse, pero si por casualidad llegaban a guiarse por una estrella errante, terminarían perdidos. Así mismo, todo aquel que sigue a los falsos maestros se perderá por nunca haber escuchado el evangelio. A lo último, como dijimos antes, Judas nos muestra el juicio que tendrán los falsos maestros, y es nada más y nada menos que el infierno mismo.
Hoy en día podemos ver los mismo en muchas iglesias. Personas que se hacen llamar pastores, que prometen una vida mejor, de prosperidad, de puro amor, sin preocupaciones y problemas, haciendo esto en el nombre de Dios, pero que en realidad han dejado a la Biblia de lado, predicando lo que llena a sus iglesias y en consecuencia sus bolsillos. Ilusionando a la gente con cosas terrenales, haciendo que no fijen su mirada en lo eterno, sino en el aquí y ahora. Tantas personas preguntándose qué están haciendo mal porque Dios no los prospera o porque tienen muchos problemas, cuando el mal en realidad radica en aquellos que dirigen la "iglesia" donde van. Este es el falso evangelio de la prosperidad, que es peligroso, da esperanzas falsas, no tiene ningún fruto en la eternidad, no viene de Dios, nos guía a perdición, se alejó de la verdad, busca su propia ganancia, y sobre todo, se rebela contra Dios. Y no es algo nuevo, en Judas vemos tal cual esto, y en hechos tenemos el ejemplo de Simón el mago, quién hizo exactamente lo mismo. Tengamos cuidado, analicemos todo con la Palabra de Dios, y oremos por aquellas personas que están bajo este engaño, el cual está ganando mucho terreno con "pastores" muy reconocidos que en realidad son arrecifes en el ámbito cristiano, nubes sin agua, árboles otoñales, fieras ondas del mar, estrellas errantes.
"11 ¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.
12 Estos son manchas en vuestros ágapes, que comiendo impúdicamente con vosotros se apacientan a sí mismos; nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados;
13 fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas."
Judas empezará esta sección con una expresión típica de los profetas del Antiguo Testamento: "¡Ay de ellos!". Esta expresión marca que para aquellas personas vendría un juicio muy grande por parte de Dios, el cual es descrito al final del versículo 13. A continuación Judas nos mostrará a través de 3 ejemplos el grave error en el que se encuentran estos falsos maestros. Primero a través del error de Caín que, si bien sabía como debían ser los sacrificios para Jehová, decidió hacerlos a su manera. En vez de ofrecer sacrificios de sangre para Dios, los hizo de sus vegetales. De esta misma forma, los falsos maestros conocen la Palabra de Dios, pero la interpretan a su manera, errando en gran forma. Luego mostrará otro grave error a través del ejemplo de Balaam. A Balaam le fue encomendada la tarea de maldecir a Israel por el rey de Moab, Balac. Sin embargo, Dios no lo dejó y este bendijo a Israel, pero para recibir igualmente el dinero que Balac le iba a pagar, le dijo como hacer para destruir al pueblo de Dios. De esta misma manera, muchos falsos maestros dejan la verdad para poder tener una recompensa terrenal, predicando así lo que la gente quiere escuchar y llenando sus propios bolsillos con las ofrendas de personas engañadas. Por último, Judas nos marca el error de los falsos maestros a través del ejemplo de Coré, quién se reveló contra aquellos que tenían la Palabra de Dios (Moisés y Aarón) para hacer su propia voluntad. De esta manera, los falsos maestros se revelan contra la Palabra de Dios al predicar lo que ellos quieren, y al igual que Coré, arrastran a muchos a su error.
Luego de mostrar el error en el que caen los falsos maestros, Judas los va a desenmascarar y decir lo que realmente son. Primero dice que son "manchas en vuestros ágapes". Los ágapes eran momentos en las reuniones de las iglesias donde se tomaba la Santa Cena y luego tenían un banquete de comunión entre los hermanos. La traducción de la palabra "manchas" no es del todo correcta, ya que la palabra en el original ("spilas") se traduce como arrecife. Cuando uno navega debe tener mucho cuidado, ya que los arrecifes, que no se ven desde los barcos muchas veces, pueden hacer que la nave quede encallada o se rompa en ese lugar. Con esto en mente, los falsos maestros son personas que por ahí no vemos en nuestra comunión dentro de la iglesia, pero son muy peligrosos para la misma. Luego Judas dice que son "nubes sin agua". En Israel, cuando se veían nubes traía esperanza de que lloviese y de esta forma pudiese regar los cultivos, algo muy necesario en una zona desierta como es Israel. Sin embargo, una nube sin agua, trae esperanza pero nunca llueve, y luego es llevada por el viento, haciendo que se pierda esa esperanza y trayendo preocupación. De esta manera, los falsos maestros les dan esperanza a las personas, ya sea de una vida mejor, de prosperidad, o de que sus problemas se solucionarán, pero luego esto es llevado por el viento y nunca pasa nada, quedando las personas sin esperanza y muchas veces hasta enojadas con Dios. Después dice que son "árboles otoñales". Un árbol en otoño carece de hojas y no tiene fruto, parece muerto. Sin embargo, Judas agrega "dos veces muertos y desarraigados". Esto podría decirnos que no volverá a tener hojas y dar frutos en la siguiente primavera, con lo cual nadie podrá alimentarse de él y llevará más muerte. De esta forma, el "ministerio" de estas personas, no da ningún fruto real, y a todo lo que conduce es a la muerte eterna ya que no está el evangelio en ellos.
En el versículo 13, Judas los va a desenmascarar con dos ejemplos más de la naturaleza. Primero con las olas del mar, si bien poderosas, una vez que rompen son pura espuma que llega a la orilla. Los falsos maestros se hacen ver poderosos prometiendo grandes cosas e ilusionando a las personas. Pero una vez que esa ilusión se rompe, podemos ver que todo lo que decían no venía de Dios, y allí queda al descubierto su vergüenza. Por último dice que son "estrellas errantes". Esto habla de meteoritos o estrellas fugases, estas no siguen una órbita tal cual, sino que vagan por el espacio. De esta forma, lo que dicen los falsos maestros no tiene congruencia. A demás, en la antigüedad usaban las estrellas para guiarse, pero si por casualidad llegaban a guiarse por una estrella errante, terminarían perdidos. Así mismo, todo aquel que sigue a los falsos maestros se perderá por nunca haber escuchado el evangelio. A lo último, como dijimos antes, Judas nos muestra el juicio que tendrán los falsos maestros, y es nada más y nada menos que el infierno mismo.
Hoy en día podemos ver los mismo en muchas iglesias. Personas que se hacen llamar pastores, que prometen una vida mejor, de prosperidad, de puro amor, sin preocupaciones y problemas, haciendo esto en el nombre de Dios, pero que en realidad han dejado a la Biblia de lado, predicando lo que llena a sus iglesias y en consecuencia sus bolsillos. Ilusionando a la gente con cosas terrenales, haciendo que no fijen su mirada en lo eterno, sino en el aquí y ahora. Tantas personas preguntándose qué están haciendo mal porque Dios no los prospera o porque tienen muchos problemas, cuando el mal en realidad radica en aquellos que dirigen la "iglesia" donde van. Este es el falso evangelio de la prosperidad, que es peligroso, da esperanzas falsas, no tiene ningún fruto en la eternidad, no viene de Dios, nos guía a perdición, se alejó de la verdad, busca su propia ganancia, y sobre todo, se rebela contra Dios. Y no es algo nuevo, en Judas vemos tal cual esto, y en hechos tenemos el ejemplo de Simón el mago, quién hizo exactamente lo mismo. Tengamos cuidado, analicemos todo con la Palabra de Dios, y oremos por aquellas personas que están bajo este engaño, el cual está ganando mucho terreno con "pastores" muy reconocidos que en realidad son arrecifes en el ámbito cristiano, nubes sin agua, árboles otoñales, fieras ondas del mar, estrellas errantes.
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