En el blog de hoy quiero hablar un poco acerca de una falsa doctrina que se está dando mucho a conocer lamentablemente y va de la mano con el evangelio de la prosperidad, el movimiento carismático, y la iglesia "light", por así decirlo. Esta nueva falsa doctrina la llamo "el evangelio de la paternidad".
Primero que nada, no quiero que se malentienda algo. Si, somos hijos de Dios. Si, Dios nos adoptó y es ahora nuestro Padre. El problema pasa cuando esta doctrina 100% real y 100% hermosa, es llevada a un extremo tal que deja de lado partes fundamentales del evangelio. Este nuevo evangelio, totalmente humano, se ha dado a conocer de una manera impresionante en los recientes años. Falsos maestros como Cash Luna, Guillermo Maldonado, Marcos Brunet, entre mucho, han esparcido esta falsa doctrina a lo largo del mundo. Probablemente escuchaste mencionar la frase "Soy hijo y soy amado". Esta frase es peligrosa por como se utiliza hoy en día. La doctrina esta tiene su base en dos versículos: Romanos 8:15 ("Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!") y Gálatas 4:6 ("Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba Padre!"). Vuelvo a decir, si, somos hijos de Dios, pero no nos podemos quedar sólo con eso. Los que enseñan esta falsa doctrina dicen a las personas no salvas que no tienen de que preocuparse en la vida, porque tienen un Papá que los ama y los recibe tal como son. Nada más alejado de la Biblia que eso.
Para empezar, los dos versículos claves para esta falsa enseñanza están muy sacados de su contextos. En Romanos, los versículos anteriores, vienen hablando de que ya no debemos vivir conforme a la carne, sino según el Espíritu. A su vez, los capítulos anteriores, vienen hablando de la culpabilidad del hombre. En el versículo 15 es donde está el punto en el que Pablo separa la carta en dos partes. Antes eramos una cosa (esclavos del pecado) pero ahora Cristo hizo que seamos hijos de Dios al restaurar nuestra relación quitando el pecado, con lo cual a partir de ahora Pablo va a empezar a hablar de como fue esa salvación que Dios nos dio y a partir del capítulo 12 hablará de como entonces debe moverse un hijo de Dios aquí. Pablo lo que está marcando con la adopción es que ya no debemos vivir conforme a la carne sino justamente como un hijo de Dios. En el versículo 13 dice que los que viven según la carne morirán pero que en el Espíritu vivirán. Siguiendo el hilo acerca de la ley del que viene hablando Pablo en los capítulos anteriores, si tratamos de vivir en nuestras propias fuerzas (según la carne) moriremos porque somos incapaces de cumplir la ley, sin embargo, en el Espíritu, Cristo ya nos quitó el yugo de la ley. Y aquí es cuando nos vamos para Gálatas 3 y 4. En este punto Pablo llama a la ley de dos maneras: yugo (cuando habla de estar bajo la ley en el versículo 5) y ayo (Gálatas 3:25). El ayo era la persona que cuidaba e instruía a los hijos pequeños de un señor, quién preparaba al niño para su herencia. Una vez establecido que la ley era quien nos guiaba (hacia Cristo), es cuando Pablo mencionará nuestra posición como hijos por medio de la adopción, que en el griego original es la palabra "juiothesía" la cual no es el acto de adopción que nosotros conocemos. Juiothesía era el acto por el cual se colocaba a un hijo como hijo adulto con derecho ya a su herencia. Con lo cual este hijo ya no es más guiado por el ayo, sino por el Espíritu. Todavía no tenemos nuestra herencia en nuestras manos, pero tenemos el Espíritu de juiothesía que es nuestra garantía. En conclusión estos pasajes hablan de nuestra salvación, de como Dios nos hizo herederos, pero siempre mencionando tanto la ley como el pecado en los versículos anteriores.
Primero que nada, no quiero que se malentienda algo. Si, somos hijos de Dios. Si, Dios nos adoptó y es ahora nuestro Padre. El problema pasa cuando esta doctrina 100% real y 100% hermosa, es llevada a un extremo tal que deja de lado partes fundamentales del evangelio. Este nuevo evangelio, totalmente humano, se ha dado a conocer de una manera impresionante en los recientes años. Falsos maestros como Cash Luna, Guillermo Maldonado, Marcos Brunet, entre mucho, han esparcido esta falsa doctrina a lo largo del mundo. Probablemente escuchaste mencionar la frase "Soy hijo y soy amado". Esta frase es peligrosa por como se utiliza hoy en día. La doctrina esta tiene su base en dos versículos: Romanos 8:15 ("Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!") y Gálatas 4:6 ("Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba Padre!"). Vuelvo a decir, si, somos hijos de Dios, pero no nos podemos quedar sólo con eso. Los que enseñan esta falsa doctrina dicen a las personas no salvas que no tienen de que preocuparse en la vida, porque tienen un Papá que los ama y los recibe tal como son. Nada más alejado de la Biblia que eso.
Para empezar, los dos versículos claves para esta falsa enseñanza están muy sacados de su contextos. En Romanos, los versículos anteriores, vienen hablando de que ya no debemos vivir conforme a la carne, sino según el Espíritu. A su vez, los capítulos anteriores, vienen hablando de la culpabilidad del hombre. En el versículo 15 es donde está el punto en el que Pablo separa la carta en dos partes. Antes eramos una cosa (esclavos del pecado) pero ahora Cristo hizo que seamos hijos de Dios al restaurar nuestra relación quitando el pecado, con lo cual a partir de ahora Pablo va a empezar a hablar de como fue esa salvación que Dios nos dio y a partir del capítulo 12 hablará de como entonces debe moverse un hijo de Dios aquí. Pablo lo que está marcando con la adopción es que ya no debemos vivir conforme a la carne sino justamente como un hijo de Dios. En el versículo 13 dice que los que viven según la carne morirán pero que en el Espíritu vivirán. Siguiendo el hilo acerca de la ley del que viene hablando Pablo en los capítulos anteriores, si tratamos de vivir en nuestras propias fuerzas (según la carne) moriremos porque somos incapaces de cumplir la ley, sin embargo, en el Espíritu, Cristo ya nos quitó el yugo de la ley. Y aquí es cuando nos vamos para Gálatas 3 y 4. En este punto Pablo llama a la ley de dos maneras: yugo (cuando habla de estar bajo la ley en el versículo 5) y ayo (Gálatas 3:25). El ayo era la persona que cuidaba e instruía a los hijos pequeños de un señor, quién preparaba al niño para su herencia. Una vez establecido que la ley era quien nos guiaba (hacia Cristo), es cuando Pablo mencionará nuestra posición como hijos por medio de la adopción, que en el griego original es la palabra "juiothesía" la cual no es el acto de adopción que nosotros conocemos. Juiothesía era el acto por el cual se colocaba a un hijo como hijo adulto con derecho ya a su herencia. Con lo cual este hijo ya no es más guiado por el ayo, sino por el Espíritu. Todavía no tenemos nuestra herencia en nuestras manos, pero tenemos el Espíritu de juiothesía que es nuestra garantía. En conclusión estos pasajes hablan de nuestra salvación, de como Dios nos hizo herederos, pero siempre mencionando tanto la ley como el pecado en los versículos anteriores.
¿Qué quiero decir con todo esto? Si, Dios nos hizo sus hijos, pero el evangelio no es sólo eso. Esta corriente le da tanta importancia a esto y al amor de un padre que tiene Dios, que deja de lado el hecho de que somos pecadores, que por la santidad de Dios no nos podíamos relacionar con Él, que la justicia de Dios debía ser satisfecha y Cristo lo hizo por nosotros. Jesús no vino solamente para mostrarnos al Padre, sino para eliminar nuestro pecado. A su vez utilizan la paternidad de Dios y su Bondad para predicar también el evangelio de la prosperidad. Cash Luna dijo que como Dios es nuestro Padre, el quiere todo lo bueno para nosotros, por eso, dice él, la gente no ve la prosperidad como la veo yo. Si bien Dios es nuestro Padre, Él no nos va a malcriar prosperandonos en todo lo material. Primero porque no le interesa lo material sino lo espiritual y nuestra relación con Él, y segundo porque esa no es la forma en que un Padre educa correctamente a sus hijos. En Hebreos 12 dice que Dios al que ama disciplina, y ese es un aspecto que nunca vamos a ver dentro de esta corriente. Dios es nuestro Padre y nosotros sus hijos, pero a su vez Dios es nuestro Señor y nosotros sus siervos. Dios es mucho más que sólo nuestro Padre, y al quedarnos con una visión tan chica y humana, nos perdemos de muchas cosas de Él, tales como que Dios es Juez y Señor de todo.
Esta semana subí una frase de Charles Spurgeon a las redes que decía "La sabiduría de los hombres está fabricando una nueva edición del evangelio que nos llama a seguir a los predicadores cuyos pensamientos no son los de Dios. Verdaderamente, ¡es la deificación del hombre!". Sinceramente creo que Spurgeon se refería a este tipo de doctrinas, dónde el hombre se deja de ver como pecador y se ve solamente como hijo de Dios, cuando en realidad somos las dos cosas. Tengamos cuidado porque a veces muchas falsas doctrinas no contradicen al 100% la Biblia pero si omiten cosas muy importantes y nos conducen ahí si a las herejías de hoy en día como el evangelio de la prosperidad.
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