Continuamos con el estudio de la carta hacia los Filipenses. Hoy veremos en los versículos 1 al 11 del capítulo 2 cómo Pablo anima a los hermanos a vivir en unidad para la cual es necesario humillarse dándonos con esto el más hermoso ejemplo de humillación: Nuestro Señor Jesucristo. " 1 Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho ...
Porque lo más importante que podemos hacer es recordar el Evangelio y a Cristo todos los días. Colosenses 3:2